Los tratos de Google con China siempre levantaron sospechas debido a la actitud servil de la empresa hacia el Partido Comunista Chino (PCCh), comportamiento destinado a obtener acceso al enorme mercado asiático.
Según informes recientes, la plataforma de transmisión de video YouTube, una subsidiaria de Google, aparentemente tiene empleados que tienen vínculos influyentes con el (PCCh).
Recursos humanos
Tai Jinjiang, trabajó como ingeniero de software en YouTube desde mayo de 2019. Anteriormente había trabajado como gerente de proyectos para una empresa china llamada Guangzhou Shian Technology.
En esta firma, Jinjiang trabajó en proyectos en nombre del Ejército Popular de Liberación (EPL) y varias agencias de inteligencia afiliadas al régimen chino.
Jinjiang señala que jugó un papel crucial en la exitosa certificación PLA de la terminal Shian por parte del Ministerio de Seguridad Pública, la Oficina de Secreto de Estado y el Centro de Evaluación de TI.
Aparentemente ganó “numerosos premios al personal” debido a su excelente desempeño.
Así también, otro ingeniero de software en YouTube, Xiao Chen, se unió a la compañía en noviembre de 2020, anteriormente trabajó como asistente de investigación en la Universidad Sun Yat-Sen.
Curiosamente, el Centro de Supercomputación de la universidad se incluyó en la Lista de Entidades de EE. UU en 2015, por lo que se consideró un riesgo para la seguridad nacional.
Un investigador de dicha universidad que visitó Estados Unidos fue arrestado por el FBI acusado de mentir sobre su relación con China.
Xifei Huang ha trabajado como ingeniero de software en YouTube desde 2014. Antes de eso, trabajó como desarrollador en la Universidad de Pekín en Beijing.
La universidad no solo está financiada por el PCCh, sino que algunos de sus investigadores también han sido arrestados por el FBI por no revelar vínculos con el régimen chino y por robar propiedad intelectual.
Por su parte, Fan Yang se unió a YouTube como ingeniero de software en abril de 2017. Trabajó como asistente de investigación en la Universidad de Fudan, tiempo durante el cual cinco piratas informáticos de la universidad fueron acusados de robar secretos de seis empresas estadounidenses.
Los cinco tenían vínculos con el ejército chino. Yang también hizo una pasantía en China Telecom, una empresa que ha sido acusada de colaborar con el ejército chino durante más de 20 años.
Censura
El pasado 9 de diciembre, YouTube anunció que eliminaría contenidos que hicieran comentarios alusivos a un fraude durante las elecciones presidenciales de 2020.
La plataforma podría eliminar cualquier contenido que indique que un candidato presidencial pudo haber ganado o perdido las elecciones debido a errores de conteo o fallas de software.
Básicamente, esto significa que si alguien carga un video debatiendo sobre cómo Biden pudo haber ganado debido a la posible manipulación de los sistemas de votación, es probable que YouTube lo elimine.
Esto quiere decir, que el contenido de esta plataforma pasaría por un filtro de censura, sobre lo que pueden ver sus espectadores.
La decisión de YouTube llamó la atención de muchos en todo el mundo, dejando la sensación de que la plataforma está reprimiendo la libertad de expresión.
«Los gigantes tecnológicos» y el acceso a la información
El senador del sur de Australia, Alex Antic, señaló que los australianos dependen en gran medida de firmas de Big Tech como Facebook, Twitter y Youtube para consumir noticias, hechos y opiniones.
Dijo a The Epoch Times:
“Ahora hay un enorme poder para controlar el discurso público en manos de un pequeño número de organizaciones. Es una gran preocupación para la democracia australiana.
La expansión continua de Big Tech y la forma en que opera corre el riesgo de restringir los puntos de vista políticos, conduciendo a una supresión de voces, mayor polarización y prejuicios.
Las voces conservadoras no pueden ni deben quedar marginadas.»
Se estima que alrededor del 76 por ciento de los australianos usan You Tube.
Chang Po-yang, director de comunicaciones del Partido de Construcción del Estado de Taiwán, señaló que cuando YouTube salió por primera vez, fue visto como un faro de libertad de expresión que permitió que la gente común hiciera oír su voz.
Pero ahora, los gigantes tecnológicos controlan el acceso de las personas a la información.
Chang también señala la hipocresía de que YouTube elimine videos relacionados con el fraude electoral en EE. UU y permita que los videos de propaganda chinos permanezcan sin censura.