Vispera de Año Nuevo

Por Ying Ma y David

Resonante salida de lo viejo por lo nuevo

La víspera del año nuevo chino es el último día del calendario lunar, cuando los chinos se preparan para dar la bienvenida el primer día del nuevo año lunar. A continuación presentamos una breve historia de cómo los chinos se preparan para el próximo año.

La antigua gente china solía golpear tambores en la víspera del año nuevo chino para alejar al monstruo del año viejo. En la antigüedad se creía que una bestia feroz conocida como «Año«, que comía cualquier cosa, y cada día cambiaba sus gustos, al finalizar el último día del año comía seres humanos. Los tambores se utilizaban para ahuyentarlo. Más tarde se descubrió que la bestia también tenía miedo de los petardos, por lo que la gente encendía bambú con pólvora en su interior para expulsar a «Año«, que más tarde se convirtió en la tradición de encender fuegos artificiales en la víspera del año nuevo chino.

Posteriormente la gente colgaba amuletos de madera de durazno en sus puertas, y adoraban a budas y dioses. Se dice que hay una montaña en el infierno, donde un árbol de durazno gigante cubre 4,800 kilómetros, y en el interior del árbol vive un gallo de oro. Este árbol se encuentra cerca de la entrada del infierno, y hay dos dioses que cuidan la entrada, uno se llama Shentu y el otro es Yulei. Si Shentu y Yulei ven un fantasma haciendo algo malo, lo atan con cuerdas y alimentan a un tigre. Todos los fantasmas en el infierno tienen miedo de Shentu y Yulei. Así que, las personas tallaban sus imágenes o sus nombres en madera de durazno y los ponían sobre sus puertas para expulsar el mal.

Los porteros más famosos fueron Shentu y Yulei, sin embargo después de la dinastía Tang, dos generales, Qin Shubao y Wei Chigong, fueron agregados como porteros también. La leyenda dice que Li Shimin, el emperador de la dinastía Tang, soñaba con los fantasmas llorando fuera de su habitación noche tras noche, por lo que ordenó a los dos generales pararse junto a su puerta. Desde entonces no fue perturbado más por los fantasmas.

Las familias también pueden crear una «mesa de los cielos y la tierra» para adorar a los fo y dioses. La mesa de los cielos y la tierra, es una mesa que se arma temporalmente en el centro de la sala de estar o en el patio trasero. Se dice que Zao Jun, el Dios de la cocina, regresaría a los cielos para informar los hechos de la familia al acercarse el fin del año lunar. En la víspera del Año Nuevo chino, el miembro de la familia de más edad haría la ceremonia de «Encuentro de Dioses» que se realizaba frente a la mesa de los cielos y la tierra. Después de una reverencia a los dioses los miembros de la familia permanecían de pie en silencio hasta que el incienso se quemaba, entonces hacían otra reverencia otra vez. Después se encendían fuegos artificiales para complacer a los dioses.

En estos días la gente aún conserva la tradición de quedarse hasta tarde para el Año Nuevo Chino, prende fuegos artificiales, y toda la familia come junta y entretiene a los demás. Después de comer la cena en la víspera del año nuevo chino, la vieja generación le da a la generación más joven «dinero de año nuevo» o «dinero del bolsillo rojo«, a continuación todo el mundo envuelve dumplings (bolas de masa hervida) o hacen pasteles de año nuevo juntos. Entonces toda la familia come dumplings o tortas de arroz chino hasta la madrugada del primer día del calendario lunar. Durante los últimos minutos de la víspera del Año Nuevo Chino, la gente también podía salir a la calle para escuchar el sonido de las campanas en el templo. Escuchar la campana era una manera de decir adiós al año viejo y dar la bienvenida al nuevo.

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