Viaje a la Antártida: Una fascinante experiencia contada en primera persona

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Por Jon Cook

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Estuve trabajando y viviendo en la estación de investigación científica Base Scott de Nueva Zelanda; situada en la Isla de  Ross, en la Antártida, desde finales de septiembre hasta finales de noviembre de 2014. Quiero compartir historias, eventos diarios, fotos (sí, de pingüinos) y las narraciones cada vez más extrañas, que el opresivo y siempre oscuro invierno pone en marcha y me enloquecen. Mi papel como Ingeniero de la base implica la operación y mantenimiento de los sistemas de soporte vital (generadores, calefacción, agua dulce, etc.) y las necesidades generales de ingeniería de la instalación, así como las necesidades de los científicos que desafían los cortos meses de verano para llevar a cabo sus investigaciones y experimentos (y posiblemente el curioso equipo de filmación). ¡Siempre soñé hacer esto! ¡Finalmente me dieron este trabajo![su_spacer]

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Primer Mes: Septiembre/Octubre: Bueno, una semana entera de capacitación en sistemas informáticos justo antes de salir y de repente me doy cuenta de que soy el ingeniero (Samuel Jackson) de Jurassic Park, tratando de conectar nuevamente todos los sistemas, después de que Newman los estrellara, y de un momento a otro tendré que correr a la sala de generadores para iniciar de nuevo el encendido manualmente, antes de que los dinosaurios escapen. Dato curioso: Para aquellos que no lo sabían, el fuego es un riesgo enorme en la Antártida, porque es uno de los lugares más secos del planeta a pesar del frío, toda la nieve y el hielo.

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Antartida, Ross Island, uno de los lugares más desérticos del planeta
Antartida, Ross Island, uno de los lugares más desérticos del planeta. (Jon Cook/Facebook)

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1ro de octubre: Mi primer día de trabajo en la Base Scott estuvo acompañado de una caída continua de nieve pesada y las temperaturas tropicales alcanzaron los -7.7C.

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Tuve mi primer corte de energía. Compartimos una red eléctrica común con la base estadounidense y permitimos a McMurdo controlar nuestros pequeños generadores a distancia, mientras el parque eólico esté en marcha. Así que cuando ellos tienen un apagón, nosotros también. Entonces tuve mi “bautismo de fuego”, puesto que debimos correr a la sala de máquinas y retomar el control de nuestros generadores manualmente, encendiendo uno.

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¡Oh por Dios, creo que los velociraptores se escaparon!

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4 de octubre: Anoche recibí  (un  breve) entrenamiento de supervivencia en la Antártida, durante el viaje anual para nuestro campamento de trabajo. Esto implicó armar tiendas, excavar  para hacer una una cocina bunker, orinar en botellas y defecar en bolsas de plástico.

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Era todo diversión y juegos hasta que el clima se volvió contra nosotros y de repente teníamos una sensación térmica de -37C con mala visibilidad. ¡Mi cena se congelaba en la cuchara antes de que pudiera llegar a mi boca! ¿Qué aprendí?

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[su_heading size=”20″ margin=”40″]No debes lamer una cuchara de metal que ha sido expuesta a -37C si en algo valoras tus labios y tu lengua. También, orinar en una botella a -37C ofrece una lección similar[/su_heading]

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Eso añadió un nuevo significado a “congelar mi Polo Sur”, que hubiera deseado nunca aprender .

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Acampando en la Antartida, entrenamiento de supervivencia. (Jon Cook/Facebook)
Acampando en la Antartida, entrenamiento de supervivencia. (Jon Cook/Facebook)

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10 de octubre: Ayer por la noche el clima finalmente comenzó a ponerse mal para los estándares de la Antártida. Llegamos a la Condición Climática 1; esto significa que nadie está autorizado a salir del edificio bajo riesgo de muerte… una muerte helada e instantánea. Vientos de 100 km/h, visibilidad casi nula y una sensación térmica de -40C.

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Y eso, en concordancia con la ley de Murphy, significó que la alarma de la sala de máquinas se encendiera a las 3:30 de la mañana y todos los ingenieros de la base tuviéramos que salir del edificio para arreglar una puerta.

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Al menos todavía había sol.

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Freezing my south pole off
Congelándome. (Jon Cook/Facebook)
Freezing my south pole off
 Ya descongelado y trabajando en el cono de una turbina de viento. (Jon Cook/Facebook)

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16 de octubre: Salí justo antes de las 8 a.m. soleado (frío) y un poco de viento, para comprobar los niveles de aceite en nuestros principales tanques de combustible. Esto implica subir por una escalera de 3 metros y jalar hacia arriba las tiras reactivas. Para el momento en que terminé, el clima había pasado a la Condición 1 y yo estaba convertido en nieve. No se podía ver los edificios o cualquier otra marca en la tierra que me guiara de nuevo a la seguridad del taller. No se nos permite estar afuera con ese clima por nuestra propia seguridad, pero no ayuda si es estando afuera cuando cambia el clima. Así que salí a tropiezos en la dirección a que creí llevaba a casa y una línea de vehículos emergió de la neblina blanca, eso es un alivio, estoy yendo en la dirección correcta y luego reaparecieron los edificios por entre los remolinos de nieve.

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Son tan sólo 50 metros desde el tanque hasta el taller, sin embargo se sentían como una milla.

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19 de octubre: Ah, y luego estaban los pingüinos. ¡Pies felices! (Ellos incluso bailaron para Stevie Wonder).

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Penguins
 Los pingüinos hicieron que valiera la pena. (JonCook/Facebook)

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Mi próximo mensaje incluye una pequeña foca dando a luz un bebé, la última puesta de sol de 2014 (aún es pronto para estar continuamente de día), y el uso de gafas de imágenes térmicas, y algunas grandes fotos.

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