Por Grez Flakus
Un nuevo estudio demuestra los beneficios de una dieta sazonada
Mientras los investigadores de todo el mundo continúan buscando nuevos y mejores tratamientos para las diversas formas de cáncer, también están encontrando más evidencia que simples cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden, en muchos casos, prevenir la enfermedad.
Las consecuencias de fumar son reconocidas, pero muchos doctores dicen ahora que los malos hábitos de nutrición, la falta de ejercicio, obesidad, y el estrés, también pueden ser grandes factores de riesgo. Uno de los investigadores cree que agregar un poco más de picante a la dieta también puede ayudar.
En un laboratorio de investigación, en la Clínica de Oncología de Houston, M.D. Anderson, Bharat Aggarwal ha estudiado el uso medicinal de los condimentos, como el azafrán, un ingrediente presente en numerosas comidas de su India natal.
El condimento de la vida
“Estas especies han sido empleadas cada día y todos los días como conservantes para la carne y son anti-micóticos, anti-bacteriales y anti-virus”, dijo Aggarwal.
Gran parte de su investigación se enfoca en la cúrcuma, una sustancia natural empleada para elaborar el azafrán, ingrediente principal en las salsas de curry, el cual ha demostrado ser efectivo en la reducción de tumores cancerígenos.
Mientras que varios doctores se burlan de la idea de usar condimentos para tratar el cáncer, Aggarwal persistió. Y ahora dice que otros investigadores también están demostrando buenos resultados.
“Hay por lo menos, media docena de ensayos clínicos que surgieron en este último año tan sólo sobre la cúrcuma que con solo 100 miligramos es suficiente para disminuir la modulación de los bio-marcadores inflamatorios en las personas. No estamos hablando de ratas o ratones de laboratorio o algo así”, sañaló Aggarwald.
Aggarwald es el primero en decir que ni la cúrcuma u otro alimento provee una solución mágica para combatir el cáncer. Él aboga por la moderación en la dieta y en el estilo de vida, así como también por el consumo de variados alimentos naturales.
“Existen ochocientos tipos diferentes de comidas allá fuera; ¡ochocientos! Una persona promedio no se alimenta con más de diez, entonces la variedad es el nombre del juego”, dice Aggarwald.
Ésa es la misma idea que tomó el chef de Atlanta, Hans Rueffert, quién demostró su habilidad para elaborar ensaladas en una reciente conferencia sobre cáncer y supervivencia en Houston.
Rueffert es un ferviente creyente en usar ingredientes frescos y tomar prestado de todos los diferentes tipos de cocina.
“Pienso que un buen chef está aprendiendo constantemente sobre diferentes culturas, diferentes cocinas y puedes elegir tomar lo mejor de cada una”, explicó Rueffert.
Pero él está especialmente interesado en la alimentación saludable porque también es un sobreviviente de cáncer, que perdió su estómago y parte de su esófago por la enfermedad. Reconoce la ironía, pero dice que esto también le da mayor impacto a su mensaje.
“Sé cómo es la radiación. Sé qué es la quimioterapia. Sé sobre la cirugía. Entonces cuando estoy ahí hablando sobre cómo estos alimentos pueden beneficiarte, no lo estoy leyendo de algún libro, yo lo he vivido”, señaló Rueffert.
La dieta versus terapia genética
Bharat Aggarwal cree que la investigación de los químicos en los alimentos y especies logrará más para la prevención del cáncer que los costosos estudios sobre vinculaciones genéticas.
“Estos genes están con nosotros sin importar qué, así que no somos capaces de fijarlos, pero allí es donde se va todo ese dinero”, decía Aggarwal.
Destaca que las especies como la cúrcuma son bien conocidas para promover la salud. “El componente natural está funcionando muy bien, se ha usado por miles de años, y además es muy barato”, agregó Aggarwal.
El gasto es un factor importante en los Estados Unidos, quien enfrenta una lucha presupuestaria y a una población envejecida, “baby boomers” (aquellos que nacieron después de la 2da Guerra Mundial), que necesitará más atención médica en los próximos años.
Fuente: VOA