Un viejo depósito de agua abandonado se convierte en una obra maestra de la acústica internacional

Por Raven Montmorency

Hay instrumentos musicales tradicionales como el violonchelo, el piano y el violín, y hay varios instrumentos musicales modernos. En la antigüedad, el uso de objetos naturales para crear música era bastante habitual.

Sin embargo, que un viejo y abandonado depósito de agua se haya convertido en una obra maestra de la acústica en un hecho insólito.

Esta hazaña fue realizada por Charles Stuart, ingeniero, famoso compositor y notable arquitecto. Él y su equipo convirtieron el tanque de agua en un recinto musical para interpretar música clásica.

La Capilla de Sonido de Cobar situada en la localidad australiana de Nueva Gales del Sur (NSW), se inauguró el 2 de abril de 2022. El nuevo equipo instaló un cubo de cinco metros de altura en el interior de un tanque de agua oxidado con una altura de 10 metros.

En él se reproduce música clásica las 24 horas del día a través de un avanzado sistema de sonido cuadrafónico.

Las personas que visiten la innovadora Capilla de Sonido escucharán la interpretación acústica del Cuarteto de Cuerdas del Sr. Georges Lentz, compositor nacido en Luxemburgo y primer violinista de la Orquesta Sinfónica de Sídney. La vista del colosal tanque de agua oxidado es bastante singular.

Las personas que visiten la innovadora Capilla del Sonido escucharán la interpretación acústica de Cuartetp de Cuerdas por el Sr. Georges Lentz, un compositor nacido en Luxemburgo y primer violinista de la Orquesta Sinfónica de Sydney. (Image: via Sydney Symphony Orchestra)

Un antiguo depósito de agua se convierte en la capilla de Sonido de Cobar

El Sr. Lentz, que es la figura clave detrás de la adaptación del depósito de agua a una capilla sonora, ha pasado varios años en Sídney y ahora tiene 56 años. Le interesó la ciudad de Cobar cuando la visitó por primera vez en 2008.

El ayuntamiento quería derribar la estructura, situada en lo alto de una colina, pero al Sr. Lentz no le gustó la idea. Así que se puso en contacto con el veterano arquitecto australiano Glenn Murcutt para buscar puntos de vista alternativos.

Se reunieron en 2016 y acordaron poner en práctica el concepto de un sitio musical en medio de la naturaleza. Primero, por supuesto, tuvieron que dedicar algo de tiempo para elegir la idea y el modelo más adecuado.

La construcción del proyecto comenzó a fines de 2020 y el gobierno de Nueva Gales del Sur se ofreció parcialmente a financiar la Capilla de Sonido de Cobar.

Otra fuente de financiamiento para el proyecto provino de Manuka Resources, una entidad minera regional de oro y plata.

El tanque es cilíndrico por fuera, pero en su interior hay una sala en forma de cubo. La capilla funciona con energía solar, lo que explica que los cuatro altavoces puedan reproducir música 24×7.

Dentro de la sala cúbica hay un asiento rígido para que los visitantes que exploran el lugar puedan sentarse y escuchar. Un aspecto agradable del interior de la capilla sonora es que está 10 grados más fresco que el exterior.

El interior de la capilla ha sido tallado con atención al detalle. El techo está parcialmente abierto, y la luz del sol que se filtra desde la parte superior forma un corazón en las paredes interiores de la capilla.

Como la innovadora Capilla de Sonido de Cobar no está sellada, el sonido que suena en su interior puede escucharse desde la distancia.

En su lateral se ha inscrito un poema de William Blake, un destacado poeta inglés.

En el interior de la sala del cubo se colocó un banco rígido para que los visitantes que exploren el lugar puedan sentarse y escuchar. (Image: via Facebook)

El proyecto se llevó a cabo con las aportaciones y la ayuda de personas de diversos orígenes. El terreno donde ahora se encuentra la capilla pertenece al pueblo wongaibon, una tribu aborigen australiana.

Por ello, Sharron Ohlsen, una artista aborigen de la región, participó en el proyecto. Instaló el trabajo artístico de las ventanas en el interior de la capilla.

El antiguo depósito de agua fue renovado y estuvo listo para 2021. Sin embargo, las restricciones de cierre imperantes en Nueva Gales del Sur retrasaron la inauguración de la capilla sonora.

La innovación y el despliegue de la idea han despertado mucha admiración. El destacado ingeniero Peter Thew, un colaborador cercano de Murcutt, lo elogió. El Sr. Thew dijo:

“Cuando me propusieron participar en el proyecto, sabía que oportunidades como esta no surgían todos los días. El concepto era muy intrigante ya que el diseño es inusual y las formas estructurales son únicas.

Pero como ingeniero, volví a los fundamentos, que es lo que hacemos cuando nos enfrentamos a una tarea inusual que no hemos visto antes”.

Agregó que la capilla es nada menos que una maravillosa obra de arte.

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