Al crecer, nuestros compañeros a menudo nos decían que la vida es una carrera de ratas y que debemos correr más rápido si deseamos alcanzar la felicidad y la autoestima en la vida.
Esta lección está tan profundamente arraigada en nuestra mente que nos olvidamos de ser felices viviendo el momento mientras perseguimos una mítica felicidad.
A menudo, nos encontramos con que nos reprendemos a nosotros mismos si pasamos un día sin hacer nada. Esta necesidad de hacer algo, de ser productivos para ser considerados dignos, ha echado raíces tan fuertes en nuestra psique que a menudo nos excedemos en la productividad y acabamos estropeando nuestra salud mental.
Aprender a separar
En muchas culturas del mundo, «quiénes somos» suele estar determinado por lo que hacemos. Esto también hace que nuestro valor en la perspectiva de los demás sea menor o mayor.
Por eso los artistas suelen ser vistos con cierto desprecio, a menos que hablemos de artistas de renombre y millonarios. A no ser que seas Beyoncé, no eres una cantante de verdad y deberías intentar hacer algo de verdad.
Y si llevas un tiempo sin hacer nada, entonces necesitas de alguna ayuda para volver a ser productivo.
Aprender a entender que la autoestima no depende de la productividad del individuo es difícil, incluso para nosotros. No podemos pensar que un día de descanso es un logro. De hecho, hay personas que empiezan a odiarse a sí mismas si se sientan sin hacer nada durante unas horas.
Esta necesidad de estar siempre haciendo algo productivo para controlar la vida y las relaciones de otros y no de forma positiva. En cierto modo, se puede responsabilizar a la sociedad de la causa de esta confusión entre la autoestima y la productividad, pero nosotros también la asumimos y dejamos que se agudice en nuestras mentes.
Ser mas consciente de uno mismo
La autoestima no es un número o una estadística que pueda medirse. Esto es un hecho que tenemos que entender primero.
Es difícil desarraigar todos los años de programación de que, a menos que estés ocupado haciendo algo que valga la pena, estás degradando tu valor, pero es un proceso que hay que empezar.
He aquí algunas maneras de superar este obstáculo:
- Entender que estar ocupado no es necesariamente un logro. Responder a las preguntas sobre «cómo estás» con «tan ocupado que no puedo ni respirar» no es un logro. Habrá días en los que esta fase de ajetreo no estará presente. En lugar de estar orgulloso de este ajetreo o incluso de estar orgulloso de estar en reposo, normaliza tu trabajo.
- Saber que nuestra existencia no se limita a una lista. Algunas personas tienen listas de viajes, otras tienen listas de oficinas, y en ambos casos, si un solo elemento de la lista se queda sin marcar, tiene una sensación de impotencia y siente que no ha conseguido nada. Aprender a vivir el momento y comprender que, pase lo que pase, habrá ciertas cosas que se nos escaparán y eso está bien.
- Aprende a tomarte un descanso. Darse un día de descanso no es un delito. Más bien, un día sin hacer nada o siguiendo tu pasión te ayudará a ser más productivo cuando vuelvas al trabajo. Anima también a tus amigos a que no sean tan duros consigo mismos. Si dicen que no han hecho nada, celébralo con una sonrisa y siéntete bien por ello.
- Practica algun hobbie, si no la tienes ya. Las aficiones suelen ayudar a tener una nueva perspectiva de uno mismo y de tu trabajo. También ayudan a relajar y a comprender que somos algo más que una lista. Si tienes una afición, intenta no monetizarla. Esto vencerá el propósito de relajarse.
- Una vez más, habrá días en los que la sensación de no haber logrado eliminar estas conversaciones negativas te hará sentir inadecuado e inútil, pero dejar que esos sentimientos te invadan hará que el momento pase. No eres tu trabajo ni tus habilidades. Monetizar cada habilidad no es un logro y debemos entender esto. No necesitas ser validado por personas que apenas te conocen. Aprecia los momentos que tienes contigo mismo para que puedas convertirte en una persona más fuerte y feliz.