La vida, según la Medicina Tradicional China (MTC), es una concentración de Qi, o energía vital.
La vitalidad y la salud del cuerpo humano dependen de la acción de “empuje” de este Qi para gozar de buena salud.
Por el contrario, el estancamiento del Qi en cualquier parte del cuerpo conduce a la enfermedad o a la pérdida de vitalidad.
Al igual que el Qi del cuerpo humano, el universo en el que vivimos se mueve sin cesar. Si dejara de moverse, sería un desastre para el universo y para todos nosotros.
El cuerpo humano es como un pequeño universo, y el Qi en el cuerpo humano debería moverse tan suavemente como las estrellas en el cielo. Cuanto menos se perturbe este flujo, más sano será el cuerpo.
Cuando se produce una perturbación en el flujo de Qi, se produce un estancamiento


Cuando se produce una perturbación en el flujo de Qi, se produce un estancamiento o “Yu”.
En la MTC, el síndrome Yu es el estancamiento del Qi o el bloqueo del Qi, un estado en el que el Qi está obstruido y no puede fluir.
La medicina china dice que todas las enfermedades son consecuencia directa del estancamiento del Qi, y que el cuerpo ya no puede funcionar correctamente.
En un cuerpo sano, la distribución del Qi es relativamente uniforme, pero cuando hay una perturbación, se produce una distribución desigual del Qi.
Es como las cuatro ruedas de un coche: cada rueda necesita tener la presión correcta para que el coche funcione sin problemas.
Si una de las ruedas tiene demasiada o muy poca presión de aire, o si un neumático se pincha, se producirá un desequilibrio, y el coche podría volverse inestable, tambalearse sin control y poner al conductor en peligro.


Lo mismo ocurre con el cuerpo humano.
Si hay un flujo desigual de Qi, y la parte superior del cuerpo tiene más Qi que la parte inferior, o la mitad izquierda tiene más Qi que la mitad derecha, o si hay demasiado Qi en cierta parte del cuerpo, surgirán problemas.
El diagnóstico del pulso dice que en la zona donde se ha agrupado mucho Qi el pulso será más fuerte, o estará desequilibrado, como un neumático con demasiado aire.
Este es el resultado del estancamiento o bloqueo del Qi.
La MTC reconoce 7 emociones principales
El Qi dentro del cuerpo humano tiene su propia ley y trayectoria.
Cualquier perturbación en esta trayectoria puede causar un desequilibrio en el cuerpo. Según la medicina china, el estancamiento del Qi es el resultado de una exposición excesiva a las emociones.
La medicina china reconoce siete emociones principales:
- la alegría (excitación),
- el enojo,
- la reflexión (exceso de pensamiento),
- la pena (tristeza),
- la ansiedad (preocupación),
- el miedo y/o temor (shock).
El exceso de emociones puede interferir en la circulación del Qi en el cuerpo, lo que repercute negativamente en la circulación sanguínea y en los respectivos órganos internos.
Según el famoso texto médico chino El Clásico del Emperador Amarillo sobre Medicina Interna, todas las enfermedades nacen del estancamiento o bloqueo del Qi.
Las siete emociones se relacionan con órganos específicos del cuerpo, y cualquier emoción excesiva puede provocar fácilmente una alteración del Qi y daños en los órganos respectivos, lo que da lugar a diversos síntomas en el cuerpo.


Según la medicina china, las emociones se relacionan con los órganos de la siguiente manera:
- la sobreexcitación daña el corazón,
- la ira daña el hígado,
- el exceso de pensamientos daña el bazo,
- la tristeza y la preocupación dañan los pulmones, y
- el miedo y el shock dañan los riñones.
Los órganos que se dañan más fácilmente son el corazón, el hígado y el bazo.
Problemas derivados del estancamiento del Qi
Por ejemplo, la emoción de la excitación excesiva conduce al estancamiento del Qi en el corazón y puede hacer que el corazón lata de forma irregular o demasiado rápida.
También puede provocar presión arterial alta, inquietud, insomnio, olvidos, etc.
La ira provoca el estancamiento del Qi en el hígado, el principal órgano responsable del flujo fluido del Qi por todo el cuerpo.
El estancamiento del Qi del hígado puede provocar problemas de visión, diarrea, uñas secas y agrietadas, tinnitus, mareos, dolores de cabeza, síndrome premenstrual, depresión y sentirse atrapado en la vida.
El fenómeno común del dolor en el cuerpo, según el Clásico de Medicina Interna del Emperador Amarillo, es un resultado directo de la ira que interfiere con el flujo de Qi en el hígado.
La actitud reflexiva, o exceso de pensamientos, conduce fácilmente al estancamiento del Qi y a la pérdida de vitalidad en el bazo, y puede dar lugar a la caída del cabello, a la disminución del apetito, a la hinchazón del estómago, al pensamiento confuso, a la fatiga muscular, a la facilidad de aparición de hematomas y a la falta de capacidad para resolver las cosas.
Si prestamos atención, podemos notar algunas formas en que nuestras emociones nos afectan físicamente.
Por ejemplo, cuando nos sentimos ansiosos, como cuando nos apresuramos a coger un tren o un avión, a menudo nos cansamos antes de haber llegado demasiado lejos.
Y cuando perdemos los estribos, podemos notar que nos sentimos débiles por todas partes debido al agotamiento del Qi.


Para evitar el bloqueo del Qi, o el agotamiento, debemos mantener la mente en calma, y concentrarnos o hacer algo pacífico y agradable.
Dar un paseo por el parque, por ejemplo, relaja la mente. En este estado, podemos notar que podemos caminar una larga distancia antes de cansarnos, ya que el Qi no se agota fácilmente cuando estamos tranquilos.
El estancamiento del Qi durante un largo periodo de tiempo acabará provocando el agotamiento del Qi, lo que se traduce en una pérdida de vitalidad, una tendencia a la enfermedad y enfermedades crónicas difíciles de tratar.
Mantener la calma en todo momento
Evitar las emociones excesivas y mantener una mente tranquila y estable es de vital importancia para mantener el flujo de Qi y conservar el cuerpo en un estado de buena salud.