La idea de que la música puede mejorar la salud de los seres humanos ha existido durante mucho tiempo y se sabe que existió en las tradiciones griegas y nativas americanas.
El desarrollo científico del siglo pasado ha permitido a los investigadores estudiar con gran detalle el efecto de la música en personas.
Como consecuencia, la musicoterapia ha sido identificada como una gran ayuda para tratar afecciones como depresión, insomnio, dolor, etc.
Lidiar con la depresión
La investigación realizada por la Universidad McGill de Canadá, encontró que las personas que escuchan música agradable producen niveles más altos de dopamina, un químico conocido por regular el sistema de placer del cerebro.
Esencialmente esto hace que una persona se sienta alegre, bajando los sentimientos depresivos.
Una revisión de 2015 de publicaciones de investigación sobre musicoterapia, concluyó que condujo a una gran reducción de síntomas de depresión en pacientes y mejoró su calidad de vida.
Un estudio realizado por la Fundación Namm informa que la música reduce el estrés hasta el nivel molecular.
Mejora del rendimiento académico
Un profesor de la UCLA analizó los logros académicos de unos 6.500 estudiantes de bajos ingresos.
Encontró que casi el 41 por ciento de los estudiantes que habían tomado cursos de arte, como música y pintura, terminaron en la mitad superior de las pruebas estandarizadas.
Los estudios científicos también han demostrado que la música aumenta la plasticidad del cerebro y lo cambia de una manera que le permite responder con más entusiasmo al aprendizaje.
El ritmo en la música tiene un efecto directo en el estado de alerta del cerebro. Cuanto más rápido sea el ritmo, más alerta estarán las personas.
La música con un ritmo más lento hace que las personas estén más tranquilas y relajadas, creando un ambiente ideal para el aprendizaje.
Un informe publicado en la revista Psychology of Music descubrió que los niños que recibieron clases de música durante varios años, mostraron mejores habilidades de lectura en comparación con niños que nunca recibieron capacitación musical.
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Calmar el dolor
La música tiene el poder de alterar la percepción del dolor. Los pacientes que sufren de dolor crónico a menudo informan niveles reducidos de dolor cuando se exponen a la música.
Aunque no hay respuestas claras de por qué sucede esto, algunos plantean la hipótesis de que la música podría afectar la subcorteza del cerebro.
Como tal, podría regular el flujo de neuro químicos que afectan la forma en que una persona se siente, incluida su sensación de dolor.
Útil contra el alzheimer y el parkinson
Una revisión de 21 estudios descubrió que la música ayuda a los pacientes de Alzheimer a mejorar su estado de ánimo, cognición y comportamiento.
La Alzheimer’s Foundation of America reconoce que la música tiene la capacidad de ayudar a los pacientes a controlar el estrés, coordinar los movimientos motores y estimular las interacciones positivas.
Un estudio realizado en 40 personas que padecen Parkinson también mostró resultados prometedores con la musicoterapia.
Los investigadores descubrieron que la música alivia los síntomas del Parkinson, incluidas las dificultades para caminar y los temblores.
Para el estudio, se hizo que los participantes se sentaran o se recostaran en una estera o silla y se expusieron al sonido de baja frecuencia generado por computadora.
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Mejor sueño
El insomnio es un problema grave en el mundo agitado de hoy.
Según el Centro de Enfermedades Cardiovasculares en China, escuchar música antes y durante el sueño ayuda a prevenir los trastornos crónicos del sueño.
informe de British Medical Journal afirma que las personas que tocaron un instrumento de viento australiano llamado didgeridoo durante aproximadamente 30 minutos todos los días, 6 días a la semana, experimentaron una gran mejora en su calidad de sueño.
El instrumento aparentemente fortaleció los músculos de la garganta y la lengua, lo que ayudó a tratar los problemas del sueño.