Desde tiempos inmemoriales, las personas han estado buscando formas de minimizar el deterioro de las funciones corporales a medida que envejecen.
Un nuevo estudio de la Universidad de Leeds ofrece una nueva y extraña forma: hacer cosquillas en los oídos.
Terapia de cosquillas
La terapia, conocida como estimulación del nervio vago transcutáneo (tVNS), consiste en estimular los oídos utilizando electricidad.
«En realidad es un procedimiento indoloro en el que colocamos electrodos de clip hechos a medida en una parte de su oído llamada el tragus…
Esto suena bastante ominoso, pasando corriente eléctrica, pero lo fijamos en un punto en el que el sujeto puede sentir un ligero hormigueo»,
dijo Susan Deuchars, autora del estudio, a USA Today.
El cuerpo humano tiene un sistema nervioso autónomo para controlar las funciones del cuerpo que no requieren ningún pensamiento consciente, como la digestión, la frecuencia cardíaca, la respiración, etc.
Este sistema se divide en dos grupos: simpático y parasimpático.
Mientras que la rama simpática prepara al cuerpo para las respuestas de pelear o escapar, la rama parasimpática lo prepara para el descanso y digerir respuestas.
A medida que la persona envejece, la rama simpática comienza a dominar, creando un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo y causando un colapso en las funciones corporales saludables.
En el estudio, los investigadores reclutaron a 29 personas de 55 años o más. A los participantes se les dio terapia tVNS durante 15 minutos al día durante dos semanas.
El equipo encontró que la terapia resultó en un aumento en la actividad parasimpática y una disminución en la actividad simpática, reequilibrando así el sistema nervioso autónomo del cuerpo y retrasando los trastornos relacionados con el envejecimiento.
Las personas que tenían los mayores desequilibrios al inicio del estudio mostraron las mayores mejoras a través de la terapia.
Además, los participantes también mostraron cambios positivos con respecto a la depresión, la tensión, el sueño y los desequilibrios del estado de ánimo.
Raras soluciones antienvejecimiento
La terapia de las cosquillas no es la única solución extraña «anti-envejecimiento» que ha sido popular entre la gente. Hace unos años, una técnica ampliamente conocida como el «Facial de Vampiro» era muy popular.
El procedimiento consiste en punzar la cara de una persona con varias agujas de acupuntura que contienen su propia sangre.
Aparentemente estimula la elastina y el colágeno en la cara, haciendo la piel más clara y suave. El tratamiento fue popularizado por Kim Kardashian.
Una sustancia completamente inesperada que se utiliza para suavizar las arrugas es el veneno de abeja.
Algunos dicen que el veneno tiene propiedades anafilácticas y antiinflamatorias que pueden relajar las líneas faciales creadas por los músculos apretados.
Algunos productos de mascarilla disponibles en el mercado ya contienen veneno de abeja. Sin embargo, algunos de ellos pueden llevar una dosis más alta que puede terminar causando reacciones fuertes en la piel, especialmente en personas que no tienen la piel lisa.
«Si usted tiene una reacción seria, puede ser del tipo en que su garganta se cierra y tiene problemas para respirar. Puede ser potencialmente mortal….
Podrías tener pequeñas micro roturas o desgarros o una protuberancia del acné que causa una ruptura en la piel y luego estás potencialmente expuesto a ella y entra en el torrente sanguíneo»,
dijo Elizabeth Geddes-Bruce, una doctora de Westlake Dermatology, a Fox13.
Una solución aún más pavorosa es el uso de baba de caracol.
Aparentemente, los antiguos griegos y agricultores chilenos descubrieron que tocar las secreciones de los caracoles hacía que sus manos fueran más suaves.
Eventualmente, los científicos encontraron una manera de incluir la baba de caracol en los productos de belleza. Se dice que el limo reduce las arrugas de manera significativa, mientras que también es efectivo para prevenir el acné.
