Te presentamos a Cixi, la última emperatriz de China

Cixi Taihou, mejor conocida como la emperatriz viuda Cixi, gobernó China durante 47 años entre 1861 y 1908. Proveniente del clan Manchu Yehe Nara, fue seleccionada como concubina del emperador Xianfeng durante la adolescencia y creció hasta convertirse en la persona más poderosa de China.

Gobernando China

Después de que Cixi ingresó al palacio como concubina, su estatus fue inicialmente bajo. Sin embargo, esto pronto cambió en 1856 cuando Cixi dio a luz a Zaichun, el único hijo del emperador.

Después de la muerte del emperador Xianfeng, su hijo de 6 años fue coronado como nuevo emperador y los asuntos del reino pasaron a un consejo de 8 funcionarios mayores.

Cixi no confiaba en estos funcionarios y unos meses después organizó un golpe con la también emperatriz viuda, la ex consorte principal del emperador Xianfeng, Ci’an, y el hermano de Xianfeng, Gong. Como resultado, Cixi y Ci’an se convirtieron en las nuevos regentes, con Gong como el nuevo príncipe consejero.

Durante los años siguientes, el nuevo gobierno aplastó la rebelión de Taiping (1850 a 1864) y la rebelión de Nian (1853 a 1868), trayendo así un período de calma y estabilidad en China.

Hubo un intento de acabar con la corrupción gubernamental y contratar personas con talento.

El ejército sufrió un cambio, con el gobierno de Cixi creando la primera oficina del servicio exterior en China. Se construyeron arsenales militares al estilo occidental.

Se crearon escuelas para estudiar lenguas extranjeras.

En 1907, Cixi aprobó una ley llamada «Reglamento para la educación de la mujer» que establecía la educación de las mujeres. Muchas mujeres recibieron becas para viajar al extranjero.

Cixi prohibió también varias prácticas brutales que prevalecían en el país, incluida la «muerte por mil cortes».

A favor y en contra

Railroad tracks
Cixi tardó 20 años en construir un ferrocarril, ya que quería evitar herir los sentimientos de la población. (Imagen: Pixabay / CC0 1.0)

Durante el gobierno de Cixi, los gobernadores se dividieron en dos bandos: uno que se oponía completamente a los occidentales y otro que quería modernizar el país para evitar someterse a Occidente. Cixi pertenecía a este último campo, por lo que implementó varias medidas de modernización.

Sin embargo, Cixi también fue consciente de no dañar los sentimientos del pueblo.

“Le tomó casi 20 años permitir la construcción completa de un ferrocarril porque no quería perturbar las tumbas ancestrales que se encontraban cerca de la línea propuesta.

No quería promover las fábricas textiles porque les quitaban trabajo a las mujeres chinas.

También sabía que había mucha oposición a la reforma entre la gente, desde los plebeyos hasta los funcionarios públicos y los nobles, que detestaban las llamadas bárbaras costumbres occidentales”,

según National Geographic.

Cuando junto con Japón los ejércitos occidentales invadieron China, tras la Rebelión de los Bóxers (1899 a 1901), Cixi apoyó a los grupos de Bóxers contra los ejércitos invasores.

Sin embargo, la parte china terminó sufriendo una pérdida humillante tras la cual Cixi tuvo que implementar reformas para convertir a China en una monarquía constitucional.

Cixi murió en 1908, marcando su nombre como la mujer que más tiempo estuvo gobernando en la historia de China

Datos interesantes

El palacio no solo tenía la Cocina Imperial, sino también una cocina especial dedicada exclusivamente a satisfacer los gustos de Cixi. Conocida como la «cocina occidental», se dividió en varias áreas: sección vegetariana, panecillo, carne, arroz, fideos, pastelería y bocadillos.

Se decía que el personal era capaz de preparar hasta 4.000 platos diferentes.

En cuanto a sus hábitos alimenticios, a Cixi, supuestamente, le servían 120 platos por comida, de los cuales solo tomaba un bocado o dos, por temor a ser envenenada.

A table full of Chinese dishes.
A Cixi le servían 120 platos por comida. (Imagen: Charlotte1125 a través de wikimedia CC BY-SA 3.0)

Se sabía que Cixi era adicta al trabajo, se despertaba antes de las 5 a.m. todas las mañanas y trabajaba durante todo el día hasta altas horas de la noche. Incluso estando enferma, se sabe que trabajó incansablemente.

Después de su muerte, los restos de Cixi fueron asaltados por ladrones que bombardearon su tumba y robaron joyas de su ataúd.

Su tumba solo fue restaurada en 1949 y todavía hoy se encuentra en Zunhua.

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