Por Katy Mantyk —
Este es uno de los experimentos sociales más dulces nunca hechos. Hay una vulnerabilidad en torno a él, con sus brazos abiertos y los ojos cubiertos. Te dan ganas de ocupar el espacio entre su brazos y cerrar el círculo del abrazo.
Con los ojos vendados y los brazos extendidos, la gente en esta calle de Estambul, en Turquía, comenzó a dejarse abrazar, uno tras otro.
Es una gran lástima que los policías decidieran imponerle una multa de US$ 45 por perturbar la paz.
Generar confianza entre extraños en la calle, eso es mágico. Nosotros necesitamos más confianza y cuidado en la sociedad, lo que ayudaría a traernos la paz… así que es una gran lástima que los policías decidieron imponerle esa multa de US$ 45 por «perturbar la paz».
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