Por James Burke
«Esto es algo sacado de una historia de horror»,
dijo el congresista estadounidense Eliot Engel durante una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, en referencia a los informes sobre la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia en China .
«Los trasplantes de órganos salvan vidas todos los días, pero la extracción de órganos no consensuada representa una violación grave a los derechos humanos»,
dijo Engel en la audiencia del 16 de marzo.
«El comité se reunió para apoyar una nueva resolución que expresa ‘preocupación por los informes persistentes y creíbles de la extirpación sistemática —y aprobada por el mismo régimen— de órganos a presos de conciencia sin su consentimiento’, esto está aconteciendo a los prisioneros de conciencia de la República Popular de China, sobre todo a un gran número de practicantes de Falun Gong y miembros de otros grupos religiosos y étnicos minoritarios».
La congresista Ileana Ros-Lehtinen dijo en la audiencia que las violaciones a los derechos humanos en China no van a desaparecer simplemente haciendo caso omiso de ellas —de lo cual ella acusó al Departamento de Estado de EE.UU. de hacer.
«Con la aprobación de esta resolución podemos enviar el mensaje al régimen chino —la comunidad médica de los Estados Unidos y nuestro Departamento de Estado— de que condenamos la extirpación de órganos en China. Sabemos que todavía está pasando y debemos hacer más para poner fin a esta práctica inmediatamente. No podemos permitir que estos crímenes continúen» ,
dijo Ros-Lehtinen.
Los informes sobre sustracción forzada de órganos han seguido llegándonos desde aquel tan difundido informe de 140 páginas realizado por dos canadienses —El abogado de derechos humanos David Matas y el ex miembro del Parlamento David Kilgour— y publicado en 2006. Sus investigaciones han encontrado que un gran número de practicantes de Falun Gong estaban siendo asesinados en secreto por sus órganos.
Mira a Kilgour en este video, publicado por la Coalición Mundial contra la sustracción de órganos en China, donde se analizan los diferentes tipos de pruebas que se utilizaron para llegar a la conclusión de que la extirpación forzada de órganos está ocurriendo en China:
En su negación del informe, los gobernantes comunistas de China se centraron en atacar a los autores, mientras que no abordaron ni resolvieron el fondo de sus hallazgos.
El informe de los canadienses y una actualizada versión titulada Cosecha Sangrienta, mostraron que la sustracción forzada de órganos aprobada por el estado se está llevando a cabo con la ayuda de cirujanos, autoridades de la prisión y oficiales militares.
Las estimaciones oficiales indican que los hospitales en China realizan 10.000 trasplantes por año, pero el experto en China Ethan Gutman dijo a la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China en Washington DC el año pasado que él cree que la cifra real es tres veces esa cantidad.
El gobierno comunista dice que su sistema médico toma los órganos de presos ejecutados en el corredor de la muerte (es decir de los presos sentenciados a muerte). Sin embargo, los investigadores como Gutman, sostienen que esta explicación es una falsedad conveniente para ocultar la realidad de lo que el estado realiza a presos de conciencia por encargo.
El régimen también niega que esté persiguiendo a los practicantes de Falun Gong.
«El gobierno chino sigue insistiendo en que los números creíbles de tortura, los crímenes sexuales y la detención arbitraria de los practicantes de Falun Gong son meros rumores. La evidencia, sin embargo, cuenta una historia muy diferente, una historia inhumana»,
dijo el congresista Chris Smith en la audiencia.
La resolución ha sido aprobada para ser votada en el Congreso de EE.UU., lo que se espera que suceda en un futuro no muy lejano.
«La resolución da voz a aquellos que no pueden hablar, a los que han sufrido la tortura indecible y han sobrevivido y para las familias que han perdido a sus seres queridos»,
dijo Smith.
Mira «La persecución a Falun Gong» de SWOOP FILMS cortometraje ganador sobre la persecución a dicha práctica en China:
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