Por James Burke
Ya en 2006, un informe de investigación sobre la extirpación ilegal de órganos a prisioneros de consciencia, sin su consentimiento en China, ganó la atención de todo el mundo.
Diez años más tarde, los autores nominados al premio Nobel por dicho informe — el ex miembro del Parlamento canadiense David Kilgour y el abogado de derechos humanos David Matas — han publicado una actualización del informe donde dicen que no sólo la extracción forzada de órganos continúa en China, sino que esta sucediendo en una escala mucho mayor de lo que se pensaba en un principio.
«El hecho de que las pruebas que ahora hemos examinado muestran un volumen mucho mayor de trasplantes que los informados por el gobierno de China, evidencia una discrepancia mayor que la que pensábamos que existía entre los volúmenes de trasplantes y las fuentes identificadas del gobierno chino»
dice en parte de su informe, titulado: Cosecha Sangrienta/La Masacre: Una actualización, publicado el 22 de junio.
«Tal discrepancia nos lleva a concluir que ha habido una masacre mucho mayor de practicantes de Falun Gong por sus órganos que lo que estimábamos en un principio»
dice el reporte, elaborado con la colaboración del periodista de investigación Ethan Gutmann. La investigación original sobre la sustracción de órganos fue publicada en el 2014 en el libro La Masacre.
En su primer informe, Matas y Kilgour estiman que los presos de conciencia fueron la principal fuente de los 60.000 trasplantes realizados en China entre los años 1999 y 2005. Estas cifras fueron suministradas por Shi Bingyi, Director del Centro de Trasplante de Órganos del PLA y Vice-Presidente de la Asociación médica china de Trasplantes de Órganos.
En su nuevo informe, los dos destacados canadienses y Gutmann, ahora dicen que el número de personas muertas por sus órganos es mucho mayor.
Un día después de la publicación del informe, Matas testificó en una audiencia del subcomité conjunto del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de EE.UU., donde dijo que habían tomado originalmente las estimaciones oficiales chinas de alrededor de 10.000 trasplantes por año, en valor nominal, hasta que la investigación mostró lo contrario.
«Cuando nos fijamos en los hospitales y médicos, uno por uno, una serie de circunstancias saltan a la vista», dijo Matas a la audiencia. «Una de ellas es la gran cantidad de trasplantes. El número total de trasplantes que los funcionarios atribuyen al país en su conjunto, diez mil al año, es fácilmente superada por sólo unos pocos hospitales. Cualquiera que sea el número total, tiene que ser mucho más alto, por un múltiplo, que la cifra oficial», dijo.
«Se puede decir que el rango oscila entre los 60.000 y 100.000 trasplantes al año, con un énfasis en los números más altos», dijo Matas.
El informe detalla cómo los investigadores calcularon estas cifras, y Matas se explayó sobre este asunto durante la audiencia.
«Algunos hospitales declaran la cantidad de transplantes realizados. Para aquellos que no lo hacen podemos, a partir de sus recuentos de camas, personal efectivo, grupos de pacientes potenciales, tasa de crecimiento, desarrollo tecnológico, publicaciones académicas y medios de comunicación, llegar a una conclusión sobre sus volúmenes de trasplante», explicó Matas.
Mira a Gutmann hablando sobre el nuevo informe en este vídeo de la Coalición Mundial contra la sustracción forzada de órganos en China:
(Video en idioma inglés, sugerimos configurar subtítulos en español)
El abogado de derechos humanos con sede en Winnipeg, dijo que «El encubrimiento del estado chino de las cifras de trasplantes impidió a los investigadores del informe llegar a conclusiones numéricas específicas». «A pesar del encubrimiento y la corrupción de los datos, a pesar de nuestra incapacidad para producir una cifra exacta, estamos convencidos de que el volumen de trasplantes es sustancialmente mayor que la cifra oficial», dijo Matas.
El informe también describe la estructura creada por el régimen comunista gobernante en China para implementar dicha sustracción de órganos a gran escala. Además, investiga la culpabilidad de los miembros del Partido, y también se ocupa de las reclamaciones del Partido Comunista que dice haber reformado su industria de trasplante de órganos.
«La conclusión final de la actualización es que el Partido Comunista de China ha comprometido al Estado en las matanzas de inocentes, principalmente de los practicantes de Falun Gong, una disciplina espiritual con ejercicios, y también de los uigures, los tibetanos y los miembros de congregaciones cristianas, a fin de obtener órganos para trasplantes», dijo Matas en la audiencia.
Con un mandato de la Cámara de Representantes de EE.UU., el Dr. Matas dijo que el Bureau de Derechos Humanos del Departamento de Estado Norteamericano debería llevar a cabo nuevas investigaciones sobre la sustracción de órganos en China.
«Es inconcebible matar a una persona sana para que una persona enferma pueda vivir», argumentó.
«Los EE.UU. deben hacer todo lo posible para evitar que eso suceda», dijo Matas al terminar su testimonio.
El informe actualizado viene a propósito de una resolución bipartidista del 13 de junio de la Cámara de Representantes de EE.UU. en la cual por unanimidad condenan la sustracción forzada, llevada a cabo por el estado chino, de órganos en presos de conciencia.
Los más perseguidos
La práctica de Falun Gong, también conocida comúnmente como «Falun Dafa», se hizo muy popular en China durante la década de 1990, con decenas de millones de chinos practicándola frecuentemente. Falun Gong está basado en la meditación y ejercicios suaves, y la práctica tiene como guía tres principios fundamentales: Verdad—Benevolencia—Tolerancia.
Los practicantes de Falun Gong han sido perseguidos en China por el estado desde 1999, después de lo cual se ha observado un fuerte aumento en el número de trasplantes en el país.
Mira el documental de SWOOP FILMS sobre la persecución a Falun Gong en China:
(Vídeo en idioma inglés, sugerimos configurar subtítulos en español)
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