La clave para llevar una vida feliz es la autodisciplina.
Las personas que no pueden controlar su comportamiento a menudo terminan con daños financieros o psicológicos.
Un estudio realizado en 2013 encontró que aquellos que tenían mayor autocontrol eran más felices que otras personas, y eran más capaces de lidiar con conflictos de metas, mientras evitaban conductas que podrían ser perjudiciales para su salud.
También se comprobó que son más racionales a la hora de tomar decisiones.
Entendiendo tu resistencia
Cuando la gente trata de desarrollar autocontrol, pronto descubre que el peor enemigo es su propia mente. Como tal, es importante que entiendas por qué tu mente se resiste al intento de cultivar la autodisciplina.
Los seres humanos tienden a continuar un comportamiento, no importa cuán malo sea para ellos, en lugar de esforzarse por cambiarlo.
Por ejemplo, si con frecuencia te excedes en el alcohol y te encuentras incapaz de dejar de fumar, reflexiona sobre por qué tu mente se resiste al intento.
¿Bebes porque no tienes nada más que hacer en la vida y te sientes solo?
Si es así, trata de cultivar un círculo social saludable o déjate llevar por un pasatiempo que ocupe completamente tu mente. Desarrollar un nuevo hábito puede ayudarte a romper con un comportamiento existente.
A menos que encuentres la causa de por qué tu mente se resiste a los intentos de desarrollar el autocontrol, no podrás disciplinarte.
Vive una vida saludable
Cuando no estás bien alimentado, puede ser difícil desarrollar autodisciplina. Una persona hambrienta tiende a tener dificultades para concentrarse en cualquier cosa. Algunos estudios también han demostrado que las personas con bajo nivel de azúcar en la sangre tienden a tener una resolución más débil.
Así que come bien y come sano. Además, trata de tener un régimen de ejercicios o deportes. Tener un cuerpo en forma te ayudará mucho a motivar y a disciplinar tu mente.
Además, como has estado siguiendo una dieta estricta y una rutina de ejercicios, tu mente ya estará entrenada para seguir un plan resueltamente. Como tal, se vuelve más fácil practicar la autodisciplina y eventualmente dominarte a ti mismo.
Un gran plan
Siempre ten un gran plan al tratar de disciplinar tu mente.
La «imagen más grande» te ayudará a mantenerte enfocado en mejorarte a tí mismo en lugar de quedarte dormido. Por ejemplo, tal vez quieras desarrollar la autodisciplina para convertirte en un oficial de policía.
La academia de policía dejará ir a los holgazanes tan pronto como sea posible. Como tal, no puedes permitirte tener una actitud indolente. Por ejemplo, ten en mente tu objetivo de ser un oficial de policía en todo momento.
Esta meta a largo plazo actuará como el ancla a la cual puedes aferrarte cuando las actividades de autodisciplina se vuelven demasiado estresantes.
En condiciones normales, podrías haberte rendido. Pero el deseo de alcanzar la meta de tu vida será tan fuerte que eventualmente superarás cualquier pensamiento de fracaso y volverás a disciplinarte a ti mismo.
Recompensarte
La mente humana siempre busca algo a cambio del esfuerzo que una persona hace. Por lo tanto, es importante que te recompenses adecuadamente cuando alcances tus metas.
Suponte que tu objetivo es desarrollar suficiente autocontrol para dejar de ser adicto a las redes sociales.
Si solías estar enganchado a su smartphone durante varias horas al día y haz logrado reducirlo a menos de una hora, es necesario que te recompenses de alguna manera.
Tal vez haz estado deseando un nuevo videojuego del mercado. Hazte un favor y ve a comprarlo. Te sentirás realizado al haber adquirido el juego y motivado para alcanzar el siguiente objetivo, facilitando así el desarrollo de la autodisciplina paso a paso.