Secretos del calendario chino

Por María Zheng y Rosemarie Frühauf

Los campesinos chinos hasta hoy en día confían en el calendario lunar chino y sus predicciones. Esto da crédito a la suposición de que las predicciones se basan en observaciones científicas, que reflejan profundos conocimientos sobre las leyes de la naturaleza (Orienomesh-w/Wikipedia)
Los campesinos chinos hasta hoy en día confían en el calendario lunar chino y sus predicciones. Esto da crédito a la suposición de que las predicciones se basan en observaciones científicas, que reflejan profundos conocimientos sobre las leyes de la naturaleza (Orienomesh-w/Wikipedia)

Reflexiones sobre la naturaleza, el tiempo y la vida

El calendario chino también se conoce como el calendario Yin o Xia, o calendario lunar.

Teóricamente sus orígenes se remontan al año 2100 a.C. a la dinastía Xia y, según la leyenda, hasta el emperador Huang Di. El Partido Comunista Chino lo declaró perteneciente a los “Cuatro Viejos” en 1949 y lo denunció como mito y superstición.

Sin embargo, los campesinos chinos confían en el calendario hasta el día de hoy. Esto da sustento al supuesto de que las predicciones están basadas en observaciones científicas, reflejando profundos conocimientos sobre las leyes de la naturaleza.

Así que no es superstición, ni mito, ¿pero es ciencia?

Calendario lunar chino

El calendario lunar chino comienza con la luna nueva y la primavera (Chun Fen ??) seguido por el periodo de lluvias (Yu Shui ??) y después por la consiguiente luna nueva que trae tormentas y el flujo y reflujo del océano. El año entero se divide en cuatro estaciones – 12 meses lunares y 24 periodos más pequeños de 2 semanas que comprenden estrictamente los ciclos “Shuo” y “Wang” – la luna nueva y la luna llena. Significa que hay otra división según la luna esté creciente o menguante. Esto parece tener sentido, ya que la ciencia ha ratificado hechos naturales que suceden según las fases de la luna. Los antiguos chinos observaron estos ciclos bimensuales y legaron sus significados. Por consiguiente, el cambio de las estaciones y el flujo y reflujo pueden predecirse de manera precisa, cuando es el momento más favorable para la siembra, o cuándo esperar una ola de frío.

Pero hay un inconveniente: la dificultad con el calendario lunar yace en las diferencias entre los cálculos lunares y aquellos relacionados con el calendario occidental basado en los 365 días del calendario solar. Un mes lunar dura 29 o 30 días, conformando un año del calendario lunar 11 días más corto que un año basado en el calendario solar occidental. Los antiguos chinos descubrieron que para obtener una cosecha de 19 años, los cálculos requieren siete años de 13 meses cada uno para llegar al cálculo correcto de 19 años del calendario solar.

La ciencia ha ratificado hechos naturales que suceden según las fases de la luna. Los antiguos chinos observaron estos ciclos bimensuales y legaron sus significados. Por consiguiente, el cambio de las estaciones y el flujo y reflujo pueden predecirse de manera precisa, el momento más favorable para la siembra, o cuando esperar una ola de frío. (lrargerich/Flickr)
La ciencia ha ratificado hechos naturales que suceden según las fases de la luna. Los antiguos chinos observaron estos ciclos bimensuales y legaron sus significados. Por consiguiente, el cambio de las estaciones y el flujo y reflujo pueden predecirse de manera precisa, el momento más favorable para la siembra, o cuando esperar una ola de frío. (lrargerich/Flickr)

Las observaciones y cálculos de los astrónomos determinan cuándo acontece este decimotercer mes y qué puede ocurrir durante el año. Los meses inusuales presentan problemas, porque la tradición histórica descubrió la necesidad de un día de abril inusual [año bisiesto], pero sería particularmente inadecuado asegurar una cosecha y el año bisiesto es también desfavorable, ya que grandes guerras y catástrofes a menudo ocurren durante años bisiestos, incluso durante el mes de agosto de un año bisiesto. Ejemplo de ello es el horrible terremoto de Tangshan del 6 de julio de 1976.

Astrología china – al contrario que su contraparte occidental, es muy diferente. Los occidentales calculan según las constelaciones planetarias para hacer pronósticos, mientras que los chinos consideran las leyes e interacciones entre la Tierra, el Cielo y el hombre como un todo.

Esa es la razón por la que los chinos dan tanta importancia a los cinco elementos de cuyas manifestaciones extraen conclusiones sobre las cosas de la naturaleza y con respecto al hombre.

Diez raíces celestiales y doce ramas terrenales – dos parámetros en el calendario chino

Las 10 raíces se refieren a los cambios en los cinco elementos de madera, fuego, agua, metal y tierra, manifestados como yin o yang, de este modo representando diez energías diferentes. Los elementos constituyen una progresión lógica para describir tanto la creación como la decadencia en la naturaleza. Las 12 ramas terrenales, también conocidas como los 12 animales del zodiaco, construyen un ciclo de 60 años en el calendario lunar, ya que los cinco elementos por 12 animales equivalen exactamente a 60 combinaciones. Como los animales son criaturas de la Tierra, los chinos inventaron símbolos de animales para ilustrar las ramas periódicas de la Tierra. Esto resultó en el nombramiento de la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el mono, el perro y el cerdo. Un animal específico prevalece sobre cada año, en combinación con un elemento.

Para 2013 es la serpiente, en combinación con el elemento agua.

Las 12 ramas terrenales, también conocidas como los 12 animales del zodiaco, forman un ciclo de 60 años en el calendario lunar, ya que los cinco elementos por 12 animales equivalen exactamente a 60 combinaciones. (Felix Andrews/Wikipedia)
Las 12 ramas terrenales, también conocidas como los 12 animales del zodiaco, forman un ciclo de 60 años en el calendario lunar, ya que los cinco elementos por 12 animales equivalen exactamente a 60 combinaciones. (Felix Andrews/Wikipedia)

Los cinco elementos

Según la tradición china, los cinco elementos de madera, fuego, agua, metal y tierra son la estructura del cosmos. Sus propiedades y relaciones entre ellos conducen a las características propias de la materia. Ellos se alimentan o se dañan, de este modo reforzándose o debilitándose entre ellos. Esto es igualmente válido para las materias grandes y pequeñas.

Todo busca la armonía y el equilibrio, haciendo imperativo que los elementos y las energías vitales estén balanceados.

El calendario representa un medio para la gente para poder actuar según los desarrollos de la naturaleza y el cosmos, asegurándose una vida segura y feliz.

Los cinco elementos de madera, fuego, agua, metal y tierra son los pilares del cosmos. Sus propiedades y relaciones entre ellos conducen a las características propias de la materia. Ellos se alimentan o se dañan, de este modo reforzándose o debilitándose entre ellos. (BenduKiwi/Ju gatsu mikka/Wikipedia)
Los cinco elementos de madera, fuego, agua, metal y tierra son los pilares del cosmos. Sus propiedades y relaciones entre ellos conducen a las características propias de la materia. Ellos se alimentan o se dañan, de este modo reforzándose o debilitándose entre ellos. (BenduKiwi/Ju gatsu mikka/Wikipedia)

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