Eric Schmitt, Fiscal General de Missouri, presentó en abril una demanda que responsabiliza al gobierno chino por la pandemia de Covid-19.
Varias empresas y organizaciones de todo el mundo también han hecho lo mismo. Algunos se preguntan si la administración china puede ser considerada responsable del brote de Covid-19.
Desafortunadamente, parece haber poca o ninguna posibilidad de que tal demanda legal tenga éxito.
El ángulo legal
Una de las barreras más fuertes contra el éxito de la demanda del gobierno chino es la Ley de Inmunidad Soberana Extranjera (FSIA) de 1976, que básicamente garantiza que los gobiernos extranjeros son absolutamente inmunes a las jurisdicciones de los tribunales estadounidenses.
Las únicas excepciones importantes a esta ley son cuando un estado extranjero participa en cualquier transacción comercial en los Estados Unidos o está involucrado en el terrorismo.
Dado que Covid-19 es un asunto médico, no habría base legal para demandar al gobierno chino.

Una laguna jurídica que muchos están considerando es presentar la demanda contra el Partido Comunista Chino (PCCh).
Dado que el Partido no es un gobierno extranjero sino una entidad independiente, se argumenta que el PCCh no tiene derecho a ningún tipo de inmunidad soberana.
Si bien este es un argumento suficientemente bueno para presentar una demanda, la mayoría de los expertos no creen que esas demandas tengan éxito.
Ello se debe a que el PCCh es esencialmente el gobierno de China y los tribunales de los Estados Unidos han seguido tradicionalmente ese punto de vista.
Por ejemplo, un juez federal de Florida dictaminó una vez que el Partido Comunista de Cuba es una agencia del gobierno cubano.
Otra posibilidad que se está explorando es presentar una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), un organismo judicial de la ONU que resuelve disputas entre países.
Esto también es problemático.
«Para que un tribunal sea competente para resolver esta demanda, debe obtener el consentimiento de los países contrarios para resolver sus diferencias.
En este caso, ni China ni Estados Unidos reconocen la jurisdicción del tribunal, por lo que la CIJ no tiene competencia para dictar una decisión judicial para esta posible demanda»,
según Jurist.
La trampa de la «responsabilidad»
También existe el problema de cómo definir «responsabilidad» en el caso de un brote viral. En las demandas se afirma que China fue irresponsable en el control del brote viral, causando así un enorme daño económico.
Esos argumentos también pueden esgrimirse contra otros países, incluso contra los Estados Unidos.
Si otro país registrara su primer caso de infección por haberse propagado de un ciudadano estadounidense que viajó a ese país, un ciudadano de ese país podría hacer reclamaciones similares contra los Estados Unidos.

No es necesario que este tipo de afirmaciones se limiten a las infecciones solamente, sino que eventualmente podrían plantearse en otros asuntos.
Esta es la razón por la que los Estados Unidos y otros gobiernos del mundo son tradicionalmente reacios a demandar a gobiernos extranjeros.
Tal medida sería como abrir una lata de gusanos, en la que cada país acusa a la otra parte de algún delito, empeorando así las relaciones diplomáticas.
Mientras tanto, los funcionarios chinos han propuesto, según se informa, aplicar una ley de inmunidad para los estados extranjeros.
La ley básicamente protegerá al gobierno y a los funcionarios chinos de cualquier reclamación de países extranjeros que busquen compensación por daños de Covid-19.