La gente parece estar más infeliz que nunca. Muchos encuentran esto desconcertante puesto que nuestra generación es una de las más ricas de la historia, ya que cuenta con el tipo de comodidades que nunca antes fueron imaginadas.
Un informe de Harvard parece darnos la respuesta a esta búsqueda esencial de la felicidad.
Felicidad humana
El Estudio de Desarrollo de Adultos realizado por la Facultad de Medicina de Harvard, es un proyecto de 75 años que comenzó a fines de la década de 1930. Un equipo de investigadores rastreó a 268 estudiantes de Harvard graduados entre 1939 y 1944.
También rastrearon a 456 personas desamparadas que crecían al interior de Boston. Según Robert J. Waldinger, actual director del estudio, la investigación da un mensaje claro sobre lo que hace felices a las personas, las relaciones.
«Resulta que vivir en medio de conflicto es realmente malo para nuestra salud… Los matrimonios con muchos conflictos, por ejemplo sin mucho afecto, resultan ser muy malos para nuestra salud, quizás peor que divorciarse».
Y vivir en medio de buenas y cálidas relaciones es protector… La memoria de las personas que están en relaciones donde realmente sienten que pueden contar con la otra persona en momentos de necesidad, permanece clara por más tiempo…
Y las personas en relaciones donde sienten que realmente no puedo contar con el otro, son las que experimentan una disminución de memoria», explicó a Inc.
Daniel Kahneman, psicólogo cognitivo que ganó el Premio Nobel de economía en 2002, descubrió que la satisfacción en la vida de un ser humano depende en gran medida de criterios sociales que implican el cumplimiento de las expectativas y el logro de los objetivos.
El dinero tiene un papel muy importante en la satisfacción de la vida. Sin embargo, agrega que el dinero solo afecta la felicidad cuando una persona no tiene fondos. Una vez que una persona ha alcanzado un nivel estable de ingresos o riqueza que satisface sus necesidades básicas, el dinero no aumenta la felicidad.
“La felicidad, en este sentido, depende en gran medida de la genética, de una habilidad natural para ser feliz. También está conectado a una disposición genética al optimismo. Aparentemente son los mismos genes… En la medida en que los factores externos afectan este aspecto de la felicidad… se relacionan únicamente con las personas, somos felices en compañía de personas que nos gustan, especialmente amigos, más que con las parejas. En ciertos momentos, los niños pueden causar gran felicidad”,
comentó a Haaretz.
Los países más felices
Que las relaciones sean la clave de la felicidad, queda muy claro en el Informe Mundial de la Felicidad 2019. Una encuesta que estudia el estado de la felicidad en 156 países, clasifica a las naciones en seis criterios:
- Ingresos,
- Confianza,
- Esperanza de vida,
- Libertad,
- Generosidad y
- Apoyo social.
Finlandia ocupó el primer lugar seguido de Dinamarca, Noruega, Islandia y los Países Bajos. Se dice que la envidiable posición de Finlandia en la cima, es el resultado de una sociedad muy unida que se ocupa de todos.
«Los 10 principales países tienden a ocupar un lugar destacado en las seis variables, así como las medidas emocionales de bienestar… Es cierto que el año pasado todos los finlandeses fueron más felices que los residentes del resto de los países, pero sus inmigrantes también fueron [los] inmigrantes más felices del mundo… No se trata del ADN finlandés. Es la forma en que se vive la vida en esos países… Se preocupan unos por otros… Ese es el tipo de lugar donde la gente quiere vivir»,
relató John Helliwell a CNN, profesor emérito de economía en la Universidad de Columbia Británica y co-editor del informe.
Estados Unidos ocupó el puesto 19, cayendo cinco lugares desde 2017. Solamente por los criterios de ingresos, EE. UU. entró en el top 10. El país ocupó el puesto 12 por generosidad y 37 por apoyo social.
Se dice que a pesar de su riqueza, la adicción es una razón importante por la cual la infelicidad de Estados Unidos está aumentando.
