Por Jessica Kneipp
Japón es una nación impregnada de cultura y tradiciones ancestrales. A pesar de su meteórica modernización y de ser una superpotencia económica, el pueblo japonés sigue manteniendo esa conexión con sus antiguas raíces.
El siguiente poema, Estrellas y dientes de león, salvado milagrosamente del olvido, es un ejemplo icónico de cómo esta gran cultura sigue viva.
En lo profundo del cielo azul
como piedras en el fondo del mar
yacen las estrellas que no se ven a la luz del día
hasta que llega la noche.
No se pueden ver, pero están ahí.
Las cosas que no se ven siguen estando ahí.
Los dientes de león marchitos y sin semillas
escondidos en las grietas de las tejas
esperan en silencio la primavera,
sus fuertes raíces no se ven.
No se ven, pero están ahí.
Las cosas que no se ven siguen estando ahí.

Misuzu Kaneko es una poeta infantil japonesa nacida en los albores del siglo XX. Vivió una vida corta pero notable que terminó a los 27 años. Sus poemas están llenos de compasión y curiosidad por lo divino y nuestro mundo natural.
Ya sea que esté imaginando lo que se siente al ser nieve en su poema Snow Pile; hasta el estado de ánimo del mar cuando se captura una gran pesca de sardinas en Big Catch o reflejándose en los momentos más pequeños como la belleza de lo invisible en el poema destacado Stars y diente de león.
Su obra tiene un aire de quietud y un parecido a la poesía de Walt Whitman con una gran ternura.
Poesía traducida al inglés
En 2016, Chin Music Press publicó una versión en inglés de su poesía en el libro Are You an Echo?: The Lost Poetry of Misuzu Kaneko.
Tiene algunos de sus poemas más queridos, la historia de su vida, incluida su triste vida personal y su suicidio. También está lleno de estas delicadas ilustraciones en acuarela del artista japonés Toshikado Hajiri .
Creciendo
Kaneko nació en 1903 en un pequeño pueblo pesquero japonés de Senzaki-mura, que ahora forma parte de Nagato.
En su obra aparecen muchos detalles del mar y la pesca. Su padre murió cuando ella tenía 3 años y su madre (que tenía una librería) la crio como madre soltera.
Las niñas japonesas de esta época sólo recibían educación hasta el sexto grado. Kaneko era única en el sentido de que su madre tenía una fuerte opinión sobre la educación, por lo que pudo seguir estudiando hasta los 17 años.
Era una ávida lectora conocida por su naturaleza amable y su carácter alegre.
Su obra se publica
A los 20 años, Kaneko envió sus trabajos a 4 revistas bajo el seudónimo de Misuzu y todos fueron publicados. Fue reconocida por el respetado poeta de la época Yaso Saijou, que fue uno de los jueces.
Su estímulo la inspiró a seguir escribiendo y ser publicada.

Trágica vida personal
A los 23 años, tras muchas presiones de su familia, se casó contra su voluntad con el jefe de la librería de su familia. Tuvieron una niña que se convirtió en el centro de su mundo.
Pero su matrimonio estuvo lleno de sinsabores. Su marido le fue infiel y ella contrajo una enfermedad de él; también la obligó a dejar de escribir.
Tratando de salir de la situación, solicitó el divorcio; sin embargo, la ley japonesa de la época concedía al padre la custodia indiscutible de su hija. Él esposo iba a llevarse a su hija.
Kaneko se hundió aún más en la desesperación y, lamentablemente, acabó con su vida mediante el suicidio.
Descubriendo sus poemas inéditos
En 1966, un aspirante a poeta de Japón se encontró con su poema Big Catch en un libro antiguo. Conmovido por la pieza, quiso encontrar más obras de ella.
En la Segunda Guerra Mundial, las únicas copias conocidas de su trabajo fueron destruidas cuando Tokio fue bombardeada. No pudo localizar a nadie de su familia o incluso si alguno sobrevivía.
Y la librería en la que ella trabajaba había desaparecido hacía mucho tiempo.
Este poeta, Setsuo Yazaki, no abandonó la búsqueda y, 16 años después, ésta se vio recompensada.
Conoció al hermano menor de Kaneko (que entonces tenía 77 años) y le presentó tres diarios de bolsillo muy gastados, el único registro de 512 poemas infantiles que escribió en vida, la mayoría nunca publicados.
La colección completa ha sido publicada por la editorial JULA en una antología de seis volúmenes.
Afortunadamente, este tesoro humano casi olvidado de Japón: la poeta Misuzu Kaneko ahora puede morar en nuestras estanterías. Su hermoso corazón y su imaginación infantil de cómo observaba el mundo siguen vivos.