El sánscrito ocupa un lugar especial en los corazones de los lingüistas. Esta lengua india, que tiene miles de años de antigüedad, a menudo se considera una de las lenguas más perfectas.
Los hindúes consideran que el sánscrito es un lenguaje de los dioses. Muchos cantan mantras sánscritos con regularidad y afirman que tiene un efecto beneficioso.
Y sorprendentemente, un estudio reciente parece confirmar dicha afirmación, ya que encontró que las personas que cantaban en sánscrito aumentaban sus regiones cerebrales asociadas con las funciones cognitivas.
El efecto sánscrito
El estudio fue realizado por el Dr. James Hartzell, un investigador postdoctoral y neurocientífico. Después de pasar varios años estudiando sánscrito, Hartzell descubrió que su memoria verbal había comenzado a mejorar.
Fue capaz de repetir las oraciones de un profesor exactamente como las había expresado.
Cuando varios otros traductores de sánscrito informaron beneficios similares en las funciones cognitivas, Hartzell decidió investigar el asunto.
Mientras hacía su programa de doctorado en la Universidad de Trento en 2011, Hartzell invitó a 21 pandits sánscritos profesionales para el estudio.
Todos ellos habían memorizado Yajurveda (un libro religioso de los hindúes) y fueron entrenados desde la infancia para pronunciar el texto de la manera exacta como se hizo hace miles de años.
Todos los participantes se sometieron a una exploración de MRI en el Centro Nacional de Investigación Cerebral en la India.
Los resultados
“Lo que descubrimos a partir de la resonancia magnética estructural fue notable. Numerosas regiones en los cerebros de los pandits eran dramáticamente más grandes que las de los controles, con más de un 10 por ciento más de materia gris en ambos hemisferios cerebrales, y aumentos sustanciales en el grosor cortical.
Aunque los fundamentos celulares exactos de la materia gris y las medidas de grosor cortical todavía están bajo investigación, los aumentos en estas métricas se correlacionan de manera consistente con la función cognitiva mejorada»,
según el Dr. Hartzell (Scientific American).
El hipocampo derecho de los pandits, una región que es crítica para la memoria a largo y corto plazo, contenía más materia gris.
Las regiones de la corteza temporal derecha, asociadas con la identidad de voz y la prosodia del habla, también eran más gruesas que las de las personas normales.
El descubrimiento también planteó otra pregunta importante en la mente de Hartzell: ¿tener más materia gris significa que los pandits eran menos propensos a los efectos dañinos de las enfermedades cerebrales como el Alzheimer?
Repasando informes anecdóticos de los doctores ayurvédicos de la India, se encontró que esto era cierto. Sin embargo, no se ha realizado un estudio científico detallado sobre el tema.
Escuchando a Samaveda
Otro estudio de investigación sobre el efecto de los mantras sánscritos fue conducido por la Universidad de Espiritualidad Maharshi en asociación con la Fundación de Investigación de Ciencia Espiritual.
En el experimento, dos sacerdotes cantaban versos de Samaveda mientras dos buscadores escuchaban el canto en una habitación ambientada a una temperatura de 79 ° F.
Se utilizó un dispositivo de imagen térmica para medir las áreas alrededor de los chakras de los buscadores. Los resultados resultaron ser muy interesantes.
“Se encontró que cuando se recitaban mantras de Samaveda, generaban energía espiritual positiva. Esta energía espiritual fue absorbida por los chakras de los buscadores; se creó un intercambio de energía y, por lo tanto, resultó en la diferencia de temperatura»,
según la Fundación de Spiritual Science Research Foundation.
La temperatura de las regiones asociadas con los chakras se elevó 5 ° F después de que los buscadores escucharon los mantras durante 30 minutos.
Otra lectura, tomada cuando no se recitaban los mantras, mostró que la temperatura cerca de los chakras había caído 2.5 ° F.
