Por Michael Segarty, con aportes de Alejandra Juárez
La tasa de divorcios en China y en la mayoría de los países del mundo se ha disparado del 2% en los años setenta al 40% en la actualidad.
En este mundo impulsado por el consumo y la «cultura del descarte» (algo no me sirve y lo descarto y cambio), muchos matrimonios modernos son efímeros, y ante la primera dificultad: la mejor opción es el divorcio.
Los matrimonios se han vuelto tan frágiles y superficiales que muchos se desmoronan al menor desafío. Los matrimonios de corta duración son ahora habituales, incluso en comparación con épocas relativamente recientes y, desde luego, en comparación con la antigüedad.
Este dramático declive en la formación de una pareja estable y para «toda la vida» se ha producido a lo largo de la historia. El ateísmo y la desconexión de la tradición, la cultura y valores antiguos han desempeñado un papel importante en esta decadencia.
Entonces, ¿cuál era el secreto de los antiguos para que sus matrimonios duraran toda la vida?
Estas ideas y forma de pensar, pueden parecer extraños y fuera de lugar hoy en día, pero para los antiguos, las parejas de novios tenían un respeto considerable entre sí, antes del matrimonio no llegaban a conocerse íntimamente, si daban su palabra y compromiso, era respetado y valorado y sus matrimonios duraban toda la vida.
Mientras que la gente moderna puede elegir a sus parejas matrimoniales más de una vez, los compromisos pueden ser desechos, y la palabra no es algo que se mantenga como un valor o principio moral.
Los antiguos sabían que los sentimientos de amor romántico podían ser poco fiables, fugaces y volubles.
En la antigua dinastía china Han, un poema decía:
«Una vez convertidos en marido y mujer, no hay duda sobre el amor y el afecto».
Mucha gente piensan que lo más importante para que dos personas permanezcan juntas es que estén enamoradas la una de la otra y que el matrimonio durará toda la vida si el marido y la mujer simplemente se quieren.
Sin embargo, el amor conyugal se basa en la bondad, que es lo primero, y el amor romántico, lo segundo.
Esto se debe a que el amor romántico en sí puede no ser fiable; el amor a primera vista hoy puede llevar al desamor mañana. Es decir, el enamoramiento puede ser fugaz, ya que no es un sentimiento permanente, por lo cual a la hora de pensar en una relación a largo plazo, hay otros valores a los cuales aferrarse y que permanecen estables, por ejemplo un «buen diálogo».
¿Será que un matrimonio duradero es una combinación de muchas cosas: amor, lealtad, fidelidad, confianza, admiración, objetivos comunes y resistencia en las buenas y en las malas?
Yanzi Chunqiu, también conocido como «Yanzi del Periodo de Primavera y Otoño», respondió perfectamente a esta pregunta.
Se cuenta que Qi Jing Gong, gobernante del Estado de Qi, tenía una hija preciosa que quería casarse con Yanzi. Así que Jing Gong fue a casa de Yanzi como invitado, y cuando estaba bebiendo hasta saciarse, le preguntó a Yanzi:
«¿La persona que estaba hace un momento con nosotros, era tu mujer?«.
Yanzi respondió: «Sí, es mi esposa».
Jing Gong dijo enfáticamente:
«¡Oh, es vieja y fea! Tengo una hija joven y hermosa. ¿Por qué no te casas con ella?»
Después de escuchar lo que dijo Jing Gong, Yanzi se levantó y le contestó:
«Aunque ahora mi mujer no tiene los mismos atributos físicos que antes, he vivido con ella mucho tiempo. Ella también pasó por una época en la que era joven y hermosa.
Como esposa, me ha confiado su vida desde que era joven y hermosa, y yo también la he aceptado y me he casado con ella. Por lo tanto, aunque me hayas hecho esta oferta aparentemente tentadora, ¿cómo puedo violar su encomienda?».
Yanzi se inclinó y dio las gracias a Jing Gong.
¡Era un buen hombre! No es de extrañar que la hija de Qi Jing Gong quisiera casarse con él.
El matrimonio es una responsabilidad para toda la vida
Yanzi dijo que es esencial para mantener los matrimonios, y también es un punto que mucha gente ignora en los tiempos modernos: la responsabilidad de ser un hombre digno y honorable.
¿Qué mujer no quiere envejecer junto a su marido en el matrimonio? Cuando ella confía por completo su juventud y sus bellos momentos a un hombre, éste debe responsabilizarse de ella, quererla y convertirse en su apoyo para toda la vida.
El matrimonio es un acuerdo de a dos, en donde cada parte tiene su rol y compromiso. Es cuestión de saber disfrutar los logros y pilotear cualquier tormenta que se avecine.
La vida no es fácil ni completamente color de rosas, la clave se encuentra en saber cómo afrontar desafíos y en aprender a utilizar miel para endulzar cualquier infusión amarga...