Por Troy Oakes:
¿Qué es un agujero negro?
En un artículo que acaba de aparecer en la revista Nature Astronomy, el filósofo de la LMU Erik Curiel muestra que los físicos utilizan diferentes definiciones del concepto, dependiendo de sus propios campos de interés.
Un agujero negro es convencionalmente considerado como un objeto astronómico que consume irrevocablemente toda la materia y la radiación que entra dentro de su esfera de influencia.
Físicamente:
Un agujero negro se define por la presencia de una singularidad, es decir, una región del espacio, delimitada por un «horizonte de sucesos»; dentro del cual la densidad de masa/energía se vuelve infinita, y las leyes de la física, que normalmente se comportan bien, ya no se aplican.
Sin embargo, como demuestra un artículo en la revista Nature Astronomy, una definición precisa y consensuada de este estado «singular» resulta ser frustrantemente evasivo.
Su autor, el Dr. Erik Curiel, del Centro de Filosofía Matemática de Munich de la LMU, resume el problema de la siguiente manera:
«Las propiedades de los agujeros negros son objeto de investigaciones en una serie de subdisciplinas de la física: en física óptica, en física cuántica y, por supuesto, en astrofísica.
Pero cada una de estas especialidades aborda el problema con su propio conjunto de conceptos teóricos».
«Fenómenos como los agujeros negros pertenecen a un reino que es inaccesible para la observación y el experimento.
El trabajo basado en la suposición de que existen agujeros negros implica, por lo tanto, un nivel de especulación que es inusual incluso en el campo de la física teórica»
Sin embargo, esta dificultad es lo que hace que el acercamiento físico a la naturaleza de los agujeros negros sea tan interesante desde el punto de vista filosófico.
Añadió Curiel:
«La perspectiva física de los agujeros negros está inextricablemente ligada a cuestiones filosóficas relacionadas con consideraciones ontológicas, metafísicas y metodológicas.»
Perspectivas «sorprendentes» y «que abren los ojos».
Durante la preparación de su análisis filosófico del concepto de agujeros negros para la Astronomía de la Naturaleza, el autor habló con físicos involucrados en una amplia gama de campos de investigación.
En el curso de estas conversaciones, se le dieron definiciones muy diferentes de un agujero negro.
Sin embargo, es importante destacar que cada uno de ellos se utilizó de manera autoconsistente dentro de los límites de la disciplina especializada en cuestión.
El propio Curiel describe estas discusiones como «sorprendentes» y «reveladoras».
Para el astrofísico Avi Loeb: «Un agujero negro es la última prisión: Una vez que te registras, nunca podrás salir».
Por otro lado, el físico teórico Domenico Giulini considera «Conceptualmente problemático pensar en los agujeros negros como objetos en el espacio, cosas que pueden moverse y ser empujadas»
El mensaje que Curiel se lleva a casa es que la propia diversidad de definiciones de los agujeros negros es un signo positivo, ya que permite a los físicos abordar el fenómeno desde una variedad de perspectivas físicas.
Sin embargo, para hacer un uso productivo de esta diversidad de puntos de vista, será importante cultivar una mayor conciencia de las diferencias de énfasis entre ellos.
Proporcionado por: Universidad Ludwig Maximilian de Munich [Nota: Los materiales pueden ser editados en contenido y extensión]
PUES MUY CHIDO EH
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