En los últimos tiempos, ha habido un fuerte debate sobre el consumo de carne. Algunos dicen que los seres humanos deben dejar de comer animales porque no es ético.
Otros señalan que es poco práctico e imprudente pensar que una sociedad pueda existir sin comer carne, basándose únicamente en productos vegetales.
Se dice que la carne cultivada en laboratorio (carne cultivada) es la solución perfecta para el problema, satisfaciendo a ambas partes.
Pero, ¿es realmente la clave para alimentar al mundo e incluso salvar el clima? Averigüémoslo.
Alimentando al mundo con carne cultivada en laboratorio
Según un estudio realizado en 2011 por la Universidad de Ámsterdam y la Universidad de Oxford, la carne cultivada necesita entre un 7 y un 45 por ciento menos de energía, para ser producida en comparación con la carne de cerdo, de res o de cordero.
Cuando se compara con el pollo, la energía parece más alta. Sin embargo, si añadimos la energía que se ahorra al no tener que utilizar una gran superficie de tierra o grandes cantidades de agua para criar pollos, la carne cultivada en laboratorio, resulta ser una vez más eficiente en cuanto a energía.
Algunos estiman que la población de la Tierra alcanzará los 9 ó 10 mil millones en las próximas cinco décadas. Además, grandes regiones de tierra fértil se están convirtiendo en zonas desérticas.
Esencialmente, esto significa que tenemos que ser estrictos con la forma en que usamos nuestra tierra para producir alimentos o de lo contrario, nos enfrentaremos a una grave escasez de alimentos que podría empujar a las sociedades al caos.
Se estima que casi el 70 por ciento de toda la tierra cultivable, se usa para la cría de ganado, mientras que el 46 por ciento de toda la producción agrícola, se usa para crear alimentos para animales.
Si tuviéramos que cambiar por completo a la producción de carne cultivada en laboratorio, el uso de tierras cultivables y la producción de cultivos para la alimentación animal, podrían reducirse drásticamente.
Los estudios muestran que la producción de carne cultivada podría reducir el uso de la tierra, en un 99 por ciento.

Ahora, todo esto está bien. Pero hay un gran problema con la carne cultivada, mucha gente la encuentra espeluznante debido a lo antinatural que es la carne cultivada en laboratorio. Cuando comes pollo o carne, sabes que proviene de un organismo natural.
Sin embargo, ¿pertenece realmente a un verdadero animal la carne falsa? No.
Es sólo un montón de células cultivadas en un laboratorio. La carne formada por el proceso podría pertenecer a otra categoría de animal y ni siquiera lo sabríamos.
En el futuro, las empresas podrían crear variedades híbridas de carne, que podrían incluir especies completamente nuevas o incluso tener células humanas mezcladas y comercializarla como carne «barata» y «limpia».
Este es un pensamiento realmente preocupante, ya que empuja a la humanidad a comer cosas que no habría consumido de forma natural.
A fin de no confundir a los compradores en cuanto al origen del producto, la industria ganadera está presionando a los legisladores para que impidan que esa «carne» cultivada en laboratorio, sea etiquetada como carne.
De hecho, en agosto de 2018 el estado de Missouri ya prohibió tal etiquetado.
¿Nos va a salvar del cambio climático?
Los partidarios de la carne cultivada en laboratorio argumentan que nos ayudará a tratar temas como el cambio climático. Varios estudios señalan que, como no se crían animales para producir carne cultivada en laboratorio, las emisiones de carbono estarían en un bajo rango.
Sin embargo, un estudio de la Escuela Martin de Oxford rompió tales mitos al mostrar que tales estudios se basan en un gran defecto: tienden a convertir todas las emisiones del ganado en equivalentes de dióxido de carbono.
Esto no toma en cuenta la realidad de que gases, como el óxido nitroso y el metano, impactan en el clima de diferentes maneras.

«Por cada tonelada emitida, el metano tiene un impacto de calentamiento mucho mayor que el dióxido de carbono.
Sin embargo, sólo permanece en la atmósfera durante unos 12 años, mientras que el dióxido de carbono persiste y se acumula durante milenios…
Esto significa que el impacto del metano en el calentamiento a largo plazo no es acumulativo y se ve afectado en gran medida si las emisiones aumentan o disminuyen con el tiempo»,
dijo el coautor, profesor Raymond Pierrehumbert, a la BBC.
El estudio encontró que el proceso de producción de carne de laboratorio, en realidad podría causar más calentamiento durante un período de tiempo muy largo, ya que las emisiones de laboratorio tienden a estar compuestas principalmente de dióxido de carbono.