Por David Clapp
Quizás alguna vez en la vida un discurso resonó y no haya sido olvidado hasta el día de hoy, ya sea de Churchill, Kennedy o Regan.
En este caso, en pleno siglo XXI, para los miembros de la Cámara de los Comunes inglesa, agrupados en todos los rincones de esa sala, este marzo en Londres, junto a representantes de todo el mundo, el discurso del presidente de Ucrania realmente fue de una importancia suprema.
Ese día en lo alto de la cámara, las galerías del público estaban abarrotadas mientras el personal del Parlamento se amontonaba para mirar a través de los arcos de piedra, para observar casi hasta el techo.
Tras unos minutos de charla, los diputados acomodaron sus auriculares para asegurarse, de esta manera, que podían escuchar la traducción completa del discurso, y luego se produjo un silencio.
Lucharemos en los bosques, en las costas, en las calles…
A continuación, solitario en su escritorio, con la bandera ucraniana como su única compañía, el Presidente Volodymyr Zelensky apareció en las pantallas para dirigirse a los miembros del Parlamento y al mundo libre.
El líder ucraniano contó el dolor de su país mientras una guerra «que no empezamos» avanza cada día. Bombas cayendo sobre escuelas, iglesias destruidas, hospitales infantiles atacados. Con alimentos y agua agotados en algunas partes.
Agradeció el apoyo del Reino Unido, al que instó a endurecer las sanciones para proteger el cielo ucraniano, aunque aplicar una zona de exclusión aérea es un paso -un riesgo importante- que el Reino Unido y sus aliados no están dispuestos a tomar todavía.
Sin embargo, el mensaje, que hizo estremecer y saltar las lágrimas de algunos diputados, fue el desafío del Sr. Zelensky contra la tiranía que tiene sus raíces en el comunismo.
Escogió cuidadosamente sus palabras, refiriéndose a lo que describió como un país con una «gran historia». Comparó la postura de Ucrania contra Vladimir Putin asemejándola a la posición que en la Segunda Guerra Mundial adoptó el Reino Unido contra Alemania.
Dijo:
«De la misma manera que no querías perder tu país cuando los nazis empezaron a luchar contra tu país, tú tuviste que luchar».
Estudiante de historia británica quizás, experimentado operador de medios de comunicación, o ambas cosas, el Sr. Zelensky evocó el discurso de desafío más famoso de Winston Churchill, en el que prometió luchar «en las playas», diciendo:
«Lucharemos en los bosques, en las costas, en las calles…»
Incluso planteó una pregunta de Shakespeare:
«¿Ser o no ser?»
Ucrania había decidido «ser libre»
Dijo, Ucrania había decidido «ser libre». Sus palabras afectaron visiblemente a muchos de los presentes en el Parlamento, algunos con lágrimas en los ojos, otros asintiendo fervientemente.
El discurso resultó conmovedor por el simple hecho de pronunciarse en el lugar donde también habló Winston Churchill.
Cuando atraviesan la entrada de los Comunes, todos los miembros del parlamento saben que atraviesan un arco sagrado, reconstruido con piedra destruida por las bombas nazis de la Segunda Guerra Mundial.
Los diputados también saben lo profundo que puede ser el desafío actual para la seguridad europea. Al final del discurso, los parlamentarios y los lores presentes en las galerías, se pusieron de nuevo de pie para aplaudir.
El presidente tocó su pecho con la palma de su mano en señal de agradecimiento por su sincero apoyo, y luego se desplomó un momento en su asiento.
Un simple joven vistiendo una camiseta caqui
Por un segundo, el Presidente de Ucrania pareció ser un simple joven con camiseta caqui, abrumado por encontrarse en esta posición, viendo cómo los representantes democráticos de un país lejano, le saludaban a través de una pantalla de ordenador, mientras que la democracia de su país, y su propia vida, continúan en peligro.
Entonces, recuperó la compostura como lo hizo Churchill al concluir su discurso. Zelensky levantó el puño recordando la «V» de Churchill, se levantó y abandonó la mesa.
Es la primera vez que un líder extranjero se dirige directamente a la Cámara de los Comunes inglesa y todos los que estaban observando en el hemiciclo se dieron cuenta de que el Sr. Zelensky es el nuevo campeón de Europa, así, como lo fue Churchill hace más de 80 años.