Por Katrina Hicks
La «cultura de cancelar » es una forma moderna de ser socialmente condenado al ostracismo cuando alguien es expulsado de los círculos sociales o profesionales, ya sea en línea, en las redes sociales o en persona.
Cómo comenzó la cultura de la cancelación
La idea de cancelar comenzó como una herramienta para que las comunidades marginadas afirmaran sus valores, contra figuras públicas que retuvieron el poder y la autoridad, incluso después de cometer irregularidades.
El concepto de cancelar a una persona, se trata realmente de la cuestión de la responsabilidad y cómo navegar por una esfera social y pública en la que las celebridades, los políticos y otras figuras públicas que dicen, hacen o han hecho cosas malas, continúan teniendo plataformas e influencia poderosas.
En algunos aspectos, la cultura de la cancelación ha combatido eficazmente el sexismo, el racismo o cualquier otro tipo de abuso o irregularidades consideradas dañinas para los demás.
¿Qué es la cultura de cancelación?
Ocurre con mayor frecuencia en las redes sociales, ya que las personas intentan colectivamente «cancelar» a las celebridades.
Sin embargo, la cultura de cancelación también entró en la corriente principal junto con los movimientos de justicia social orientados al hashing como #blacklivesmatter y #metoo.
El Diccionario Urbano define a la cultura de cancelación como «un fenómeno moderno de Internet donde una persona es expulsada de la influencia o la fama por acciones cuestionables, causadas por una masa crítica de personas que son rápidas para juzgar y lentas para cuestionar».
Si bien mucha gente ve que «cancelar a alguien» hoy es un juicio hecho por las redes sociales, ha sido y sigue siendo una fuerza pública para la justicia.
En el notorio caso de Harvey Weinstein, muchas mujeres sintieron que sus acusaciones no habían sido tomadas en serio por la industria del entretenimiento, donde las autoridades vieron que el productor de cine cayó en la dirección del autoritarismo. Al unirse en números y «cancelar» a Weinstein a través del poder de los medios, finalmente permitió que las mujeres fueran escuchadas.
Cancelar no es solo un llamado de atención
Ser cancelado a menudo se confunde con algo que es un «llamado de atención», es decir, corregir las malas acciones y dar a los responsables la oportunidad de aprender.
Pero en este caso, la cultura de «cancelar» no permite segundas oportunidades.
El lado oscuro de la cultura de la cancelación
En marzo de 2021, se publicó por qué la cultura de cancelar es dañino e incorrecto. Aunque se considera aceptable en algunos casos, la cultura de cancelación, por otro lado, también se ha llamado una forma «tóxica» de simplificar cuestiones complejas y alentar juicios rápidos que pueden tener consecuencias demasiado duras.
El ex presidente Obama instó a la precaución en el uso de la cultura de la «llamada de atención» en las redes sociales cuando habló en una Cumbre de la Fundación Obama en Chicago en octubre de 2019.
«La cultura de cancelar apoya una visión simplista del mundo y promueve la idea de que una persona no es mejor, que la peor elección que haya hecho», dijo.
Una herramienta pública para responsabilizar a las personas y organizaciones
Algunos aspectos de la cultura de cancelación pueden ayudar a responsabilizar a las personas y organizaciones por un comportamiento inaceptable.
Sin embargo, también puede llevar la intimidación a un nuevo nivel, dañando el bienestar mental de todos los involucrados.
En abril de 2021, Very Well Mind publicó The Mental Health Effects of Cancel Culture (Los efectos en la salud mental de cancelar la cultura). Al igual que la intimidación, ser cancelado puede hacer que la persona en el extremo receptor se sienta aislada y sola. No nos olvidemos que la soledad está relacionada con mayores tasas de ansiedad, depresión y suicidio.
Si los canceladores cierran toda comunicación con los cancelados, esencialmente le roba a la persona la oportunidad de aprender y crecer a partir de sus errores o actos juzgados de manera colectiva como negativos.
Para crecer y aprender, las personas necesitan estar más enfocadas y abiertas a escuchar, lo que otros tienen que decir.
Debemos escuchar más atentamente a aquellos que han sido perjudicados, como así también denunciar las malas acciones para hacer cambios positivos en el futuro en lugar de poner el único enfoque en «cancelar» a alguien.
Conclusion-Conclusión
Si bien cancelar suena como una gran herramienta para hacer que alguien rinda cuentas a manos del público, también muestra el peligro dañino del comportamiento de la gente y su visión cerrada.
Puede generar impulso y, si bien es posible que la persona en cuestión, haya tenido la intención de talar un árbol, el calor causado por la cancelación pública, es capaz de quemar un bosque entero.
Al final, se trata de modestia y la capacidad de ser consciente de sus motivos en el contexto de la ética, la justicia moral y legal.