Por Armin Auctor
on Cel tiempo, los seres humanos han evolucionado hasta convertirse en la especie más inteligente de la Tierra.
Aún así existen también muchas especies animales, incluidos los primates como los chimpancés, que poseen inteligencia, y se adhieren a los conceptos de vinculación social y poseen capacidad de razonamiento.
Se realizaron muchas investigaciones para definir lo que hace a los seres humanos únicos y distintos de todas las demás especies animales. Es sabido, que los humanos, al igual que otras especies, se reproducen, comen, respiran, duermen, desarrollan enfermedades y mueren.
Hace más de 2.000 años, el célebre filósofo Aristóteles intentó explicar la diferenciación, entre los animales altamente inteligente y los humanos, y la mayoría de sus observaciones siguen considerándose correctas. Opinó que los humanos son los únicos seres con un gran interés por los matices del arte y la ciencia. Somos buscadores de la verdad.
No obstante no se puede negar el parecido de los humanos con otras especies de primates. Sin embargo, ayudaría si también se observaran las importantes diferencias, afirma el paleoantropólogo del Museo Americano de Historia Natural Ian Tattersall.
Tattersall señaló que se cree que los humanos y otros primates vivos surgieron de los mismos ancestros en la antigüedad. Sin embargo, de alguna manera la especie conocida como Homo sapiens comenzó a utilizar el cerebro más que las otras especies. Esto condujo a la mejora de las capacidades y habilidades de supervivencia.
Esto explica por qué el Homo sapiens fue capaz de evolucionar y sobrevivir mientras que las otras especies de primates contemporáneas fueron eliminadas. A este cerebro más grande se le puede atribuir la compleja capacidad de razonamiento que tenemos, dice Tattersall.
No está claro cómo y cuándo los humanos empezaron a hablar
Hubo un tiempo en que los Homo sapiens estaban al mismo nivel que los neandertales. Hace unos 80.000 años, se produjeron algunos cambios inexplicables.
Los Homo sapiens empezaron a hacer progresos significativos en las esferas del arte, la cultura y las tecnologías. Desarrollaron la geometría y los idiomas, lo que llevó a una mayor evolución.
Los neandertales sólo hicieron algunos progresos rudimentarios. Sin embargo, todavía no se comprenden bien muchos aspectos relacionados con el desarrollo humano. Por ejemplo, no está claro cómo y cuándo los humanos aprendieron a hablar como lo hacen ahora.
Los estudios comparativos sobre humanos y chimpancés revelan que ambos tienen habilidades sociales, pero nosotros superamos a los simios en el nivel de interacción social y cooperación.
Michael Tomasello, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, cree que a lo largo de la evolución nos hicimos cada vez más dependientes de otros humanos. Por ejemplo, los humanos aprendieron a trabajar en equipo y desarrollaron valores sociales para ayudar a crecer y mantener la comunidad. También desarrollamos la capacidad de análisis y aprendimos a interpretar y predecir.
La respuesta a la pregunta de qué nos hace humanos ha suscitado diversas explicaciones y puntos de vista por parte de los científicos.
El documental creado por la Fundación Leakey ofrece una explicación multifacética. Incluye las opiniones de eminentes científicos como Eugenie Scott, Richard Wrangham, Robert Sapolsky y Jane Goodall.
Aunque otros primates y animales también se comunican mediante sus lenguas, sólo los humanos son capaces de unir sus mentes.
El psicólogo evolutivo de la Universidad de Queensland, Thomas Suddendorf, afirma que a los humanos les gusta conectar sus mentes y tienen una vívida capacidad imaginativa, y que sus mentes trabajan más y mejor que las de otros animales. Por tanto, pueden adquirir conocimientos y transmitirlos a sus congéneres de forma eficaz.
Sin embargo, no todo en nosotros es bueno. Aunque somos mucho más inteligentes y poseemos una mayor capacidad de análisis que otros animales, a veces no utilizamos nuestras habilidades y rasgos de forma correcta.
También utilizamos la misma tecnología utilizada para el progreso con fines destructivos. A pesar de conocer el resultado perjudicial de ciertas cosas, seguimos utilizando estas tecnologías. Algunos ejemplos son el uso continuado de combustibles fósiles, el tabaquismo y las actividades que siguen dañando la ecología.
Además, debido a la caza desenfrenada e incontrolada, los seres humanos han provocado la extinción de numerosas especies.
