El superalimento que permitió a los antiguos andinos atravesar 2.500 años de agitación

Por Troy Oakes

 

Te pusiste a pensar ¿Qué pasaría si un «superalimento» proveniente de las dietas indígenas pudiera salvar nuestro planeta política y ecológicamente tenso?.

La respuesta puede estar en el éxito de una antigua civilización en lo alto de la Cordillera de los Andes…

Los arqueólogos de UC Berkeley reconstruyeron las dietas de los antiguos andinos que vivían alrededor del lago Titicaca, que se extiende a lo largo de Bolivia y Perú a 12.500 pies sobre el nivel del mar.

Descubrieron que la quinoa, las papas y la carne de llama, ayudaron a alimentar la civilización Tiwanaku a través de 2.500 años de agitación política y climática.

Quinoa creciendo en la Península de Taraco en Bolivia. (Imagen: vía Maria Bruno)
Quinoa creciendo en la Península de Taraco en Bolivia. (Imagen: vía Maria Bruno)
 

Los hallazgos, que aparecen en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (Procedimiento de la academia nacional de ciencia), ayudan a explicar la resistencia de las prácticas culturales andinas en los milenios anteriores al Imperio Inca.

Además, subrayan la contribución de los alimentos indígenas tradicionales a la resiliencia humana. La autora principal del estudio, Christine Hastorf, profesora de antropología, dijo:

«Hace miles de años, estas persons ya sabían que la Quinoa era un superalimento. Se les ocurrió este triángulo de la suerte para satisfacer sus necesidades dietéticas en un entorno bastante austero, y podemos aprender algo de ellos.

Hoy en día, vivimos bajo la nube del cambio climático. El aumento del nivel del mar está ahogando paqueñas islas del pacífico, y las sequías y los incendios forestales están destruyendo los cultivos de California.

Nuestros hallazgos apuntan a cómo los pueblos antiguos se adaptaron con éxito a los cambios ambientales y políticos, reforzados por una dieta indígena saludable.»  

A través de un proceso científico de vanguardia conocido como análisis de isótopos estables específicos de compuestos de aminoácidos, la autora principal del estudio, Melanie Miller, analizó dientes humanos de entierros excavados en las orillas del sur del lago Titicaca para reconstruir la dieta de los antiguos andinos.

Estos restos datan entre 1400 a.C. y 1100 d.C. Miller dijo:

«Nuestro estudio documenta la resiliencia dietética a lo largo de milenios frente a los cambios climáticos y políticos a largo plazo, y muestra cómo estudiar las sociedades pasadas bajo este tipo de factores estresantes y cómo pueden ayudarnos potencialmente en el futuro»

Los resultados desafían la suposición de que el pescado del lago Titicaca y el maíz,  fueron las principales fuentes de proteína dietética y fibra en la península de Taraco, que sobresale del lago.

El estudio reveló que el maíz probablemente se consumió como una bebida alcohólica conocida como chicha y reservada para ocasiones especiales, mientras que los tubérculos, la carne de camélidos como la llama y la alpaca, y las semillas ricas en nutrientes de la planta de quinoa Chenopodium en flor, fueron los alimentos básicos predominantes.

Miller continuó:

«Estas personas viven justo a orillas  del lago Titicaca, y hay muchas referencias a los peces en el registro arqueológico. Por lo tanto, siempre habíamos asumido que la gente allí había estado usando el lago como un recurso

Pero a través de pruebas isotrópicas, en realidad decubrimos que no dependían del lago para su fuente primaria de proteínas. En cambio, estaban invirtiendo en Quinoa, papas y llamas, que tienen una larga historia de domesticación en el área»

Para su experimento, los investigadores tomaron minúsculas muestras de tejido dental de los restos humanos y probaron el colágeno en el tejido para identificar componentes químicos que podrían decirles más sobre los tipos específicos de alimentos que se consumen constantemente durante largos períodos de tiempo.

Hastorf ha estudiado la historia y la cultura de la Península de Taraco desde el año 1500 a.C. hasta el 1100 d.C., tiempo durante el cual la región evolucionó de una sociedad predominantemente agraria a una sofisticada Civilización andina cuyo centro urbano era Tiwanaku.

Lago Titicaca en los Andes bolivianos. (Imagen: vía Christine Hastorf)
Lago Titicaca en los Andes bolivianos. (Imagen: vía Christine Hastorf)

La quinoa, uno de los superalimentos en los que confiaban los antiguos andinos

El lago Titicaca es sagrado tanto para los Tiwanaku como para el pueblo Inca. La Quinoa también es sagrada para estas civilizaciones andinas, puede crecer en elevaciones altas en suelos áridos y salados. Contiene aminoácidos esenciales y es una fuente de vitamina E, B2, calcio, potasio y fósforo, y otros nutrientes, de ahí su clasificación como un superalimento.

Hastorf dijo:

Antes teníamos una idea de lo que estas personas estaban comiendo, pero teníamos numerosas preguntas sobre qué alimentos eran importantes con el tiempo y quién los consumía. Ahora conocemos los alimentos que les ayudaron a prosperar en este ambiente extremo y a través de múltiples cambios climáticos.

Eran los comedores originales de superalimentos, y prosperaron. Ante las condiciones catastróficas a largo plazo, es posible que nosotros también tengamos que volver a los cultivos tradicionales y a los grupos de alimentos que crecen mejor donde vivimos «

 

Proporcionado por: Yasmin Anwar, Universidad de California – Berkeley

 

Troy Oakes
Troy nació y creció en Australia y siempre ha querido saber por qué
y cómo funcionan las cosas, lo que lo llevó a su amor por la ciencia.
Como fotógrafo profesional disfruta fotografiando los bellos paisajes de Australia.
También es un cazador de tormentas profesional;
actualmente vive en Hervey Bay, Australia.

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