Por Emma Lu
ong HKong, la isla que atrae a millones de turistas de todo el mundo, tiene muchas actividades para realizar y muchos paisajes por ver, esto es seguro.
Sus atracciones no se limitan a la deliciosa cocina, los elegantes centros comerciales, los templos antiguos y los deslumbrantes parques temáticos. Los turistas que exploran Hong Kong también se sienten atraídos por sus artesanías tradicionales que se transmiten de generación en generación.
Si visitas Hong Kong, no debes dejar de probar el té típico al estilo orietal, aunque no lo creas, hacer una taza de té perfecta con leche y hojas de té en la cantidad correcta es todo un arte, y una tarea nada facil.
Así también tienes que apreciar el kwan kwa, un estilo tradicional de vestimenta para las novias, la complejidad del diseño y la pura artesanía en la confección de estos vestidos te dejarán sin palabras.
Las artesanías de bambú también son impresionantes y las puedes traer y coleccionar como recuerdos únicos de ete país asíatico, del mismo modo, la artesanía de fabricación de calzado a medida es otra joya en Hong Kong que vale la pena explorar. Muchos turistas compran pantuflas de seda bordadas hechas a mano.
Para los artesanos que practican estos oficios tradicionales, dominar el arte y transmitir la habilidad a la siguiente generación, es una cuestión de orgullo e importancia. Aunque la generación más joven aprende de los mayores de la familia, muchos de ellos dudan en seguir el mismo camino que sus padres.
Alex Lee, nació en el seno de una familia que lleva años haciendo kwan kwa bordado y nos dijo:
«Al principio, no me gustaba mucho hacer esto. Pero mamá y papá se estaban haciendo mayores y no quería que trabajaran tanto. Así que empecé a ayudarles, y desde entonces lo hago».
La vida de otro artesano, Au Yeung Ping-chi, es muy parecida a la de Alex Lee. También heredó la tienda de sus padres y tuvo algunas dudas al principio, sobre si aceptar el mismo trabajo que su padre o no.
Au Yeung se destacó en la artesanía tradicional y ahora crea estructuras de papel y bambú que se utilizan en los festivales. Al principio, sólo quería ayudar a su padre, pero con el tiempo desarrolló su habilidad e interés por la artesanía. Realiza estructuras con materiales como bambú, papel, pegamento y cuerda. Actualmente recibe muchos pedidos y muchos de sus clientes son organizaciones religiosas.
Los artesanos no quieren que desaparezca la artesanía tradicional de Hong Kong
Tong también tiene una historia similar que compartir. Hace más de dos décadas que se hizo cargo del puesto de comida al aire libre, que tenían sus padres. Dominó el arte de hacer té con leche. Hoy en día prepara sabrosos sándwiches y fideos a una velocidad asombrosa.
Cuando se le preguntó por el futuro de su tienda dijo:
«No sé cómo describir por qué los dai pai dongs (puesto de comida cocinada) son especiales… Pero es importante que sigan existiendo. Son uno de los rasgos especiales de Hong Kong».
Esta misma emoción la comparten muchos artesanos contemporáneos de Hong Kong. No quieren que estas artesanías ancestrales y populares se desvanezcan en el aire.
Sindart por su parte, lleva vendiendo zapatillas chinas bordadas a mano desde 1958. Miru Wong es la nieta del fundador de la empresa . Ella dice:
«Probablemente sea la única artesana de zapatos bordados que queda en Hong Kong, y siempre hago hincapié en la importancia de la artesanía. Creo que los zapatos bordados hechos a mano son una combinación armoniosa y una demostración de las habilidades tradicionales de bordado y las técnicas de fabricación de zapatos.
Hay que preservar esta artesanía, sobre todo porque la calidad y el valor cultural son incomparables».