Por Helen London
Esta historia está registrada en un breve artículo llamado «Sueño de presagio y desgracia» del libro Dong Ling Xiao Zhi de Guo Zeyun, quien fue una celebridad de la República de China cumpliendo el rol de Secretario General del Consejo de Estado en el año 1918.
En marzo de 1931, el barco Daji, que pertenece a la subsidiaria tomada por Steamship Company (ahora en manos de Shipping Company), fue incendiado y hundido cerca del puerto de Zhanghuang en la provincia de Jiangsu, lo que creó un gran revuelo, siendo una sensación en noticias nacionales en ese momento.
Un importante periódico, Nanyang Siang Pau de Singapur, informó el 27 de marzo de 1931, que aunque había barcos de pesca alrededor del fuego, los pescadores temían verse afectados por el fuego si intentaban ayudar, por lo que simplemente se quedaron de pie y no intentaron salvar a la gente. Los periodistas estaban indignados por esto, ya que muchos murieron ahogados.
Un sueño revela un presagio
Una de las víctimas se le apareció en un sueño a su hijo. El hijo observó a su padre aferrado a un resto de naufragio, mientras flotaba sobre su espalda esperando ser rescatado.
En el sueño, su padre vio un bote de pesca cercano y nadó hacia el pescador pidiendo ayuda, diciendo que tenía dinero con él y que compartiría la mitad con el pescador si lo salvaba.
El pescador extendió la mano y llevó al hombre al bote de pesca y tomó su dinero. Luego, el pescador lo empujó de regreso al río y el hombre se ahogó. Tenía más de 2.000 yuanes con él en ese momento, que fue robado por el pescador de mal corazón, llamado Wang.
Cuando el hijo se despertó de su sueño, inmediatamente se dio cuenta de que no era un simple sueño, y de que su padre había venido a verlo, para contarle de su injusta muerte e informarle de las circunstancias que rodearon ese momento, entonces el joven inmediatamente corrió al lugar donde se había hundido el barco Daji, y buscó en silencio al pescador llamado Wang.
Cuando el hijo encontró a Wang, a quien reconoció por su sueño, atrapó al pescador antes de que el hombre se diera cuenta de lo que estaba sucediendo y gritara a la policía. Los dos hombres fueron llevados juntos a la comisaría.
Al principio, el pescador negó el crimen, pero la policía luego encontró el dinero robado en su bote; era la cantidad exacta que el hijo de la víctima les había contado.
El caso pudo ser resuelto a traves de un sueño con apariencia real, de señales que transpasan este mundo físico. No solo es algo asombroso, sino que también confirma el viejo dicho:
«Hay seres divinos a tres pies por encima de la cabeza».
Ten presente algo: cuando en este mundo terrenal no pueda hacerse justicia, el Cielo si lo hará.
