Cómo un médico de una moribunda ciudad del carbón está ayudando a reformar su comunidad (Parte 2 )

Por Tatiana Denning

Un encuentro fortuito

en 2011, la economía del carbón se debilitó y la ciudad carbonera de Williamson empezó a perder muchos puestos de trabajo. Para ayudar, Beckett decidió crear una clínica gratuita un día a la semana.

Como la demanda creció, tuvieron que añadir más días. Y entonces un encuentro casual lo cambió todo.

Beckett dijo:

«Una de las personas que me ayudó a crear  «Sustainable Williamson»  entabló una conversación con una señora mientras estaba en el metro de DC y le contó sobre mi clínica. Resultó ser que esta señora era una promotora de donaciones en el ámbito de la salud.

Así que ella: Mónica, vino a visitarme dos semanas más tarde y me dijo: «Tienes que crear un FQHC (Centro de Salud Calificado Federalmente)».

Empezó a explicarme algunas cosas y me convenció para que lo hiciera. Fue una etapa de aprendizaje muy intensa.

A pesar de los desafíos, el Centro de Salud y Bienestar Williamson abrió sus puertas en 2014″.

Desde entonces, la clínica pasó de tener cinco empleados, con 465 metros cuadrados de espacio y un presupuesto de funcionamiento de 650.000 dólares, a dar empleo a 120 personas de la comunidad. T

También compraron el Williamson Memorial Hospital después de que cerrara y planean reabrirlo en 2022. Excluyendo el hospital, ahora tienen 465 metros cuadrados de espacio para oficinas y un presupuesto operativo de alrededor de 14 millones de dólares.

«Y lo hicimos en seis años»

señala Beckett con orgullo.

Un elemento esencial del éxito del Dr. Beckett es la comprensión de las necesidades de su antigua comunidad carbonera. Por eso sigue recibiendo pacientes.

«Si me hicieran dejar de atender a los pacientes, no haría lo que hago. Creo que esa es la receta secreta de nuestro éxito. Puedo sentarme con los pacientes y saber lo que pasa en su mundo y cómo les afecta, y luego puedo traducirlo en programas que respondan a las necesidades de la comunidad»

El Centro de Salud y Bienestar de Williamson incluye un entrenador de estilo de vida activo y, como parte de ello, se comenzó a realizar una carrera mensual de 5 K. Se logró pasar de 30 personas una vez al mes a unas 200 personas de todas las edades que participan en carreras de varios temas cada mes.

«Antes, si se corría en Williamson, probablemente no era por una buena razón», bromea Beckett.

«Para atraer a más gente, intentamos darle un toque de juego a la salud. Así, por ejemplo, hemos creado un pasaporte:

Los participantes en los 5 K pueden ir al mercado agrícola para que les sellen el pasaporte y ganar puntos. Luego pueden elegir artículos como recompensa. Es una forma sencilla pero eficaz de motivar a la gente.

Beckett explica:

“Todavía tenemos nuestras cosas organizadas, pero ahora hay mucha gente corriendo y caminando y usando este tipo de ideas para hacer las cosas de forma independiente.

Por ejemplo, estamos trabajando con senderos de agua con kayak en el río Tug, uno de los mejores ríos de pesca de lobina del país.

Estamos utilizando nuestros recursos locales y las personas están volviendo a estar en contacto con todo lo que les rodea”.

La juventud de la comunidad es también un objetivo importante. Participan en clases de cocina y concursos de cocina, desafíos al estilo de Fear Factor (es un programa de juegos de acrobacia y desafíos) en el mercado de agricultores, participación en las carreras de 5 K hasta un programa de emprendimiento juvenil con su zona de exhibición en ferias y eventos de la comunidad.

Beckett entiende que los hábitos que estos jóvenes establezcan ahora les ayudarán a guiar su futuro, y es un esfuerzo comunitario.

Un elemento esencial del éxito del Dr. Beckett es comprender las necesidades de su comunidad. (Imagen: vía Radiant Life Magazine)

El profundo valor de la cultura local

En 2015, la ciudad carbonera de Williamson perdió 1.000 puestos de trabajo en la minería del carbón y tenía una de las tasas de pobreza más altas del país, además de problemas de salud como la obesidad y la diabetes.

Pero la buena fortuna quiso que en ese mismo viaje a Washington, cuando Mónica se enteró de la existencia de la clínica de Beckett, también tuviera un encuentro casual con un hombre llamado Daryn Dodson.

Resultó que Dodson había tenido un gran impacto invirtiendo en comunidades necesitadas. Después de volar a Williamson, presentó a Beckett con Jim Coulter, jefe de TPG (  empresa de capital de riesgo) y «el Warren Buffett (inversor y empresario estadounidense) de la costa oeste», como lo describe Beckett.

Como resultado, se creó «The Learning Journey». Este evento reunió a 12 estudiantes de MBA de Stanford y a los responsables de varias empresas tecnológicas nacionales, líderes de opinión, empresarios e inversionistas. Su objetivo era reunirse en Williamson y aportar ideas para crear un mecanismo que impulsara la economía del lugar.

Según Beckett, el crecimiento sostenible es fundamental. Varias donaciones y otros fondos ayudaron a construir la infraestructura, pero Beckett dice:

«Si creamos un programa, tenemos que encontrar la manera de financiarlo para que no este constantemente buscando más dinero de una contribución o fuente externa.»

Con esto en mente, Beckett creó AMCO (Appalachian Management Company) con Brad Smith, fundador y director general de Intuit.

Beckett explica :

«Utilizamos la AMCO para honrar a los Apalaches, para recuperar nuestra voz y permitirnos contar nuestra historia de los Apalaches, en lugar de que la cuenten otras personas que no conocen los Apalaches»

Uno de los objetivos de Beckett es ayudar a preservar la cultura local.

«La cultura de los Apalaches consiste en sentarse en el porche y escuchar a tu abuela, tu abuelo o tu tía contar estas historias. Conectar a la generación más joven con lo que ha sucedido antes que ellos.

Cuando perdemos 1.000 puestos de trabajo y la gente tiene que marcharse de la zona para encontrar un modo de mantener a sus familias, eso afecta a nuestra cultura apalache. Estas historias – quiénes somos – son oro».

En opinión de Beckett, la gente es lo que hace que esta zona sea especial.

«La gente siempre dice que nuestro producto de exportación número uno es nuestra gente, y eso se debe a nuestra cultura, nuestro enfoque, nuestra ética de trabajo -ese enfoque práctico- que es lo que les permite tener ese éxito.

Es difícil en el clima social actual, porque eso no se celebra realmente, y a veces incluso se desprecia tu herencia. Pero nuestra cultura es lo que nos hace grandes».

 

En opinión de Beckett, la gente es lo que hace que esta zona sea especial. (Imagen: vía City of Williamson)

Mirando al futuro

Beckett tiene una visión clara del futuro:

«Me gustaría ayudar a crear tanto éxito aquí -crear puestos de trabajo, crear riqueza- que apuntalemos la parte suroeste de Virginia Occidental y la convirtamos en un lugar tan económicamente viable que el estado se beneficie, y que permita a la gente quedarse aquí, hacer crecer la población y mantener viva esa cultura de los Apalaches».

Entre sus otros negocios, es copropietario del histórico Mountaineer Hotel y de la antigua ferretería, que reabrió con el nombre de Local Lumber & Supply después de que 84 Lumber cerrara, dejando la zona necesitada.

Para ayudar a dar cobijo al mercado de agricultores en los meses más fríos, su clínica está renovando un espacio interior para cooperativas durante todo el año, y también está desarrollando una nueva plataforma tecnológica para dar a los pacientes acceso a los especialistas que faltan en la comunidad.

Dado que la zona se ha visto muy afectada por la crisis de los opioides, el centro de salud ha creado el Consorcio New Heights, que ayuda a las personas que pasaron con éxito por la recuperación a empezar a trabajar en prácticas y a aprender habilidades laborales.

Beckett dice que el consorcio trabaja con varias empresas dispuestas a dar trabajo a la gente después de pasar por el programa.

«Cualquiera puede pasar por la recuperación, pero si no tienes algo en la parte de atrás de eso, seguirás el camino de menor resistencia».

Beckett recomienda «Try This West Virginia», un depósito de ideas y recursos, como un buen punto de partida.

«Había muchas cosas que no sabíamos y que teníamos que aprender. Nos equivocamos en muchas cosas y tuvimos que volver a hacerlas, pero aprendimos de ello».

Cuando se le pregunta qué le motiva a seguir invirtiendo tanto de sí mismo en la comunidad, dice:

«He pensado mucho en esto. Cuando me involucré por primera vez en todo esto, a mis hijos les encantaba esta zona. Cuando les pregunté qué harían cuando fueran mayores, yo mismo me lo preguntaba también.

A medida que vamos construyendo todo esto, vamos creando opciones y oportunidades para que tengan éxito y hagan lo que quieran. Pueden quedarse aquí. Si deciden quedarse aquí, tendrán opciones, no solo mis hijos, sino otros.

Si hubiera una recompensa, sería ver que es un buen lugar para quedarse, donde puedes ganarte la vida. Todos necesitamos un sentido de pertenencia».

La pasión y el amor de Beckett por su comunidad brillan en todo lo que hace.

«Estoy entusiasmado con nuestro futuro, y creo que es increíblemente brillante. Creo que con lo que estamos tratando de lograr, y con la incorporación de los pensamientos e ideas de otros, está creciendo y tomando su propia vida.

Se está convirtiendo en una historia increíble».

 

Este artículo se publicó por primera vez en la revista Radiant Life.

 

Si te interesó este artículo, y quieres saber más a cerca de este proyecto, puedes ver la Parte 1 a continuación:

Cómo un médico de una moribunda ciudad del carbón está ayudando a reformar su comunidad (Parte 1)

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