Por Max Lu
No hay nada nuevo en los agresivos movimientos de China para establecer su supremacía en el subcontinente asiático. Incluso su política comercial hacia las naciones en desarrollo ha sido calificada de alarmante.
Recientemente, William Burns, director de la CIA, ha criticado a Beijing por su apoyo oculto a Rusia. La actual guerra entre Rusia y Ucrania ha afectado a la economía mundial y ha agravado la posibilidad de que estalle una guerra a gran escala.
Burns también arremetió contra Rusia por su postura inhumana y los crímenes de guerra cometidos en Ucrania. Las horribles imágenes y vídeos que han aparecido en la red han sido ciertamente impactantes.
Burns expresó su opinión de que China está ofreciendo un apoyo implícito a Rusia en este asunto, aunque se haga pasar por una parte neutral ante el mundo exterior. Añadió que China es ahora el «mayor desafío» para la CIA.
En su intervención en un acto celebrado en el Instituto de Tecnología de Georgia, dijo:
«Intenta superarnos literalmente en todos los ámbitos, desde la fuerza económica hasta el poder militar, y desde el espacio hasta el ciberespacio. Como servicio de inteligencia, nunca hemos tenido que enfrentarnos a un adversario con más alcance en más dominios» (Daily Mail)
La guerra entre Rusia y Ucrania no sólo ha tenido un impacto negativo en la economía mundial, sino que también ha allanado el camino para que China se convierta en una superpotencia que desafíe la supremacía de Estados Unidos.
Es bien sabido que el Kremlin ruso buscó ayuda militar y financiera en Beijing tras verse afectado por las sanciones de Estados Unidos y la UE. Aunque China no ha apoyado directamente a Rusia en la cuestión de Ucrania, su reacción es muy diferente a la de Estados Unidos y las naciones europeas. Salvo unos pocos países, la mayoría de las naciones europeas y Estados Unidos han criticado duramente las acciones de Moscú.
Beijing despliega tácticas de guerra encubiertas
Según un destacado informe de los servicios de inteligencia estadounidenses publicado en 2021, el esfuerzo de China por emerger como una economía poderosa puede suponer un riesgo para Estados Unidos.
El informe básicamente se hizo eco de las opiniones expresadas por el director de la CIA y también insinuó tácticas de guerra encubiertas desplegadas por Beijing. El informe se centró en las oportunidades y los obstáculos de la administración Biden.
Según el informe, es China la que encabeza la lista de países que tienen planes para emerger como potencia mundial y le sigue Rusia. El informe dice:
«Beijing, Moscú, Teherán y Pyongyang han demostrado la capacidad y la intención de promover sus intereses a expensas de Estados Unidos y sus aliados, a pesar de la pandemia.
China es cada vez más un competidor cercano, que desafía a Estados Unidos en múltiples ámbitos -sobre todo económica, militar y tecnológicamente- y está presionando para cambiar las normas globales.» (The New York Times)
El informe reveló que China tiene un plan para desplegar mecanismos encubiertos para crear fisuras entre Estados Unidos y sus aliados cercanos. Es probable que Beijing continúe con su agresión en el Mar de China Meridional.
Beijing no sólo tratará de mostrar su dominio sobre Taiwán, sino que también intentará mejorar su arsenal nuclear, decía el informe. Y continúa:
«Beijing no está interesada en acuerdos de control de armas que restrinjan sus planes de modernización y no aceptará negociaciones sustanciales que bloqueen la ventaja nuclear de Estados Unidos o Rusia».
El informe dejó entrever que China continuará con su capacidad de hackeo y vigilancia electrónica para recabar información sobre otras naciones, incluido Estados Unidos, de forma clandestina.
