Por Iris Lu —

Durante el Año Nuevo Chino, casi medio millón de chinos gastó unos 6 millones de yuanes (cerca de mil millones de dólares estadounidenses) en Japón, ó 13.000 yuanes (US$ 2.000) por persona. ¡Y una parte sustancial de este gasto se destinó a comprar asientos de inodoro que se entibian electrónicamente!

El personal de muchos centros comerciales japoneses informó que los asientos de inodoros escasearon durante el Año Nuevo Chino.
Los productos de más de 2.000 yuanes (unos US$ 300) casi se agotaron. Y los compradores chinos ni siquiera preguntan cuál es el precio. Una familia típica compró unos 5 asientos de inodoro para uso propio y como regalo.

¿Pero por qué los chinos tienen que viajar a Japón sólo para comprar asientos de inodoros?
Las razones detrás de esta locura es fácil de adivinar: las gangas siempre se salen con las suyas. Se puede conseguir un inodoro inteligente con las mismas funciones por miles de yuanes menos en Japón. Por ejemplo, una tapa de inodoro Matsushia con la función de «calentamiento instantáneo» sólo cuesta $500 en Japón, mientras que un producto similar sin función «calentamiento instantáneo» se vende a $1.000 en China, de acuerdo a qq news.
Sin embargo, algunos clientes observadores encontraron que los asientos japoneses eran «Made in China» (fabricados en China). Después de una investigación, el centro de servicio al cliente de Matsushita confirmó que los asientos estaban efectivamente fabricados en Hangzhou, pero se producen siguiendo estrictamente los estándares japoneses, de acuerdo con Sina News.
En otras palabras, un asiento de inodoro producido por Hangzhou viajó a través del océano a Japón y fue comprado por un turista chino que lo llevó de regreso a China nuevamente. Los blogueros chinos bromearon:
“¿No es esto un ida y vuelta gratuito para un asiento de inodoro japonés?»
