Por James Burke
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El sentido común indicaría que un tema tan sensible como el asesinato sistemático de los presos de conciencia en China (organizado y perpetrado por el mismo Estado) con el único propósito de sustraer sus órganos y comercializarlos, debería captar la atención del mundo y los medios internacionales.[su_spacer][/su_heading][/su_spacer]
Sin embargo, está lejos de recibir la atención que merece. ¿Es debido a que la evidencia de este crimen es endeble? No, hay más que suficiente evidencia confirmando los hechos. Eso incluye investigadores independientes que encontraron que la mayoría de los órganos utilizados para trasplantes no provienen de criminales convictos, sino de presos de conciencia, principalmente de los practicantes de Falun Gong, además de tibetanos, uigures y cristianos.
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El meollo de por qué no hay un rechazo total en Occidente hacia este crimen, dice un profesor de ética médica, es que falta voluntad política para tratar con él debido al «dinero» involucrado en el tema.
[su_quote]Es el signo dólar… Los billetes, el dinero es lo que abre y establece relaciones entre los países y otros asuntos pasan a un segundo plano», dijo la profesora Katrina Bramstedt de la Universidad de Bond en Australia.[/su_quote]
[su_quote]Otros asuntos como los derechos humanos, la moral, la ética y la rectitud. El dinero a menudo reina y creo que podemos ver que incluso en casos médicos[/su_quote]dijo a la radio ABC.
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Bramstedt participó en el premiado documental, “Hard to believe” (Difícil de creer), el cual trata sobre la extracción forzada de órganos en China. La película se proyectó recientemente en el PBS de Estados Unidos y se exhibió en el Parlamento de Nueva Gales del Sur, Australia, en donde Bramstedt también habló.
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También apareció en el documental Enver Tohti, un cirujano que realmente participó en la sustracción forzada de órganos.
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[su_quote]Él revela que, de hecho, fue testigo y participó de la sustracción forzada de órganos en personas que no son realmente donantes voluntarios y se siente muy arrepentido de ello así como traumatizado por la experiencia[/su_quote]dijo Bramstedt.
[su_quote]Él ha sido condenado al ostracismo por su propia comunidad dentro de China, en términos de la comunidad médica y el gobierno.
No puede conseguir trabajo en su campo como cirujano especializado, por lo cual es un conductor de autobús, algo humillante para él. Sintiendo mucho pesar y tristeza por lo sucedido[/su_quote]

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Dado que la mayoría de las víctimas son perseguidas por sus creencias espirituales, el tema de la sustracción forzada de órganos se convierte, más allá de la cuestión ética, en una cuestión religiosa.
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[su_quote]Las personas que optan por una fuente de fortaleza que no sea el régimen chino, son vistas como una amenaza para el gobierno y se convierten en objetivo militar[/su_quote]dijo Bramstedt refiriéndose a las víctimas de la extirpación forzada.
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Cuando a Bramstedt le preguntó el periodista de ABC si el régimen comunista chino sentía alguna vergüenza por lo que hace, ella dijo:
[su_quote]Aparentemente no. Parece que tienen un código ético diferente en relación a los valores humanos, la dignidad humana y el valor humano.[/su_quote]
Se estima que los hospitales chinos están sustrayendo alrededor de 11.000 órganos al año y nada parece indicar que esta práctica se detendrá en el corto plazo, a pesar de que la burocracia china continúa afirmando lo contrario.
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Mira el episodio de China Uncensored sobre cómo el régimen comunista ha estado mintiendo acerca de poner fin a la extracción de órganos de presos ejecutados (Video en inglés, se sugiere configurar subtítulos):
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La profesora María Fiatarone Singh, médica de la Universidad de Sydney, dice que el mundo no debe esperar a que el régimen chino se reforme a sí mismo.
[su_quote]Algunos podrían sugerir que los funcionarios de salud en China se han comprometido a hacer reformas y por lo tanto deben ser acogidos en la comunidad médica. Creo que esto es prematuro e injustificado[/su_quote]dijo Singh en la proyección de “Hard to believe” en Sydney.
[su_quote]No hay evidencia que apoye la afirmación de las autoridades médicas chinas acerca de que toda la extracción de órganos en los prisioneros se detuvo el 1 de enero de 2015. Dentro de los hospitales militares, la contratación de los equipos quirúrgicos especializados para la extracción de órganos se ha acelerado notablemente en los últimos cinco años[/su_quote]dijo.
[su_quote]Un médico occidental recibió la confirmación por parte de un hospital militar chino, de que los prisioneros todavía están siendo masacrados por sus órganos[/su_quote]añadió.
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Tristemente parece que la matanza continúa.
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Singh dijo que actualmente hay sólo tres países – Israel, España y Taiwán – que han reconocido como un crímen el turismo de trasplantes por lo cual no es reconocido por el seguro médico.
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Puedes ver el trailer de “Hard to believe” de SWOOP FILMS a continuación (Video en inglés, se sugiere configurar subtítulos):
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