Perla de “alegría”

Por Zi Di e Isabel Chang

El regalo de un niño a su maestro

Tengo algo muy valioso. Recuerdo perfectamente como recibí este tesoro.

Un verano, los padres de un niño pequeño escucharon que yo era un buen maestro y enviaron a su hijo a mi clase. Este muchacho era promedio académicamente hablando, pero me di cuenta que tenía muchas cualidades buenas; como ser amable, pacífico, inocente e inteligente.

Una vez, íbamos a hacer una obra de teatro y necesitaba una doncella celestial (un personaje de la filosofía ancestral china) y en el grupo de este niño no había ninguna niña. Les deje hablar sobre quién debería desempeñar ese papel. Sin embargo, nadie se ofreció como voluntario para actuar; pensaban que desempeñar el papel de una chica era psicológicamente dañino y además tenía muchos diálogos. Cuando todo el mundo debatia acaloradamente, el niño recién llegado dijo: «yo lo haré«, «haré el papel”, ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!. Todos los chicos se rieron. Le dije con admiración: «Pareces estar muy feliz. De ahora en adelante te llamaré alegría”.  Los niños, dijeron en voz alta: «Alegría, alegría, su nombre suena muy bien”. A partir de entonces, los chicos le llamaron alegría.

En la obra, “alegría” no sólo hizo un buen papel, sino que también hizo un tipo de tocado de cartón pintado de brillantes colores, el cual era muy bonito. El memorizó bien sus diálogos con gran diligencia. Debido a su participación, todo el mundo estuvo motivado y la clase de inglés pasó de ser monótona a interesante. El éxito de la obra realmente entusiasmó a los niños. Les empezó a caer bien “alegría” y él comenzó a tener presencia en la escuela. Cuando los niños escuchaban el auto de su papá decían; “¡alegría está aquí!”.

En ese entonces, la flor del “udumbara” apareció en el salón de clases (Una flor que según  la leyenda budista sólo florece una vez cada 3,000 años y mide apenas 1mm de diámetro). Les aclaré la verdad a los estudiantes y les conté cómo el PCCh (Partido Comunista Chino) persigue a la gente buena. “alegría” se puso muy serio. Él dijo: «Maestro, creo que Falun Dafa es bueno (disciplina ancestral que surge en China en 1992 y que en 1999 se declara práctica prohibida, lo que ha llevado a miles de muertes) y ¡espero que el PCCh desaparezca!» Muchos de los niños levantaron las manos para contar las maldades del PCCh. Me sentí conmovido por la fuerza de estas inocentes voces.

Después de ese episodio, alegría estaba muy interesado en aprender. Su inteligencia creció rápidamente, como si estuviera esperando a escuchar la verdad con el fin de desarrollarse plenamente. A menudo obtuvo 100 en inglés. Su padre estaba muy contento e incluso recomendó a sus vecinos que enviaran a sus niños a mi clase. A pesar de que “alegría” vivía más lejos que otros niños, nunca llegó tarde o faltó a clases.

Un día “alegría” nos dijo  que siempre recitaba: «¡Falun Dafa es bueno!» y que la flor de udumbara floreció en la ventana de su dormitorio. En el segundo año, hablamos sobre experiencias personales en relación a que: «lo bueno se retribuye con lo bueno y lo malo con lo malo” y «alegría” nos contó esta historia:

Al papá de “alegría” le encantan los  mariscos y un día compró una gran cantidad de almejas. Después de lavarlas con agua, “alegría” encontró que una de ellas aún vivía, por lo que la puso en una pecera con agua y todas las noches le recitaba a la almeja: «¡Falun Dafa es bueno!». Un mes después, una mañana, “alegría” encontró a la almeja en el piso. La recogió y una perla salió rodando de ella. Él nos mostró la perla. Todos los niños miraron la perla y con asombro aplaudieron. La perla era hermosa, suave y de color rosa.

“Alegría” se acercó hacia mí con la perla en sus manitas y me dijo: «maestro, esto es un regalo para usted«.

Y le dije: ¡No, “alegría”, guárdalo Es un regalo de Dafa y una recompensa del cielo por tu amabilidad!.

Unos meses más tarde, en Navidad. “alegría” colocó la perla en una hermosa caja de regalo, como regalo de Navidad para mí. Pocos días después, el padre de “alegría” fue trasladado a otra ciudad y “alegría” dejó nuestra escuela. Me dejó una carta y  un muñeco de “Santa Claus”.  “El Santa no es muy bonito pero lo pague con mi mesada. Está lleno de mi gratitud para usted. Usted me enseño lo malo que es el PCCh”.

Fuente:  zhenjian.org

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