Por Kan Zhong Guo staff
Una leyenda china
Después de que el Dios Pangu creó el Cielo y la Tierra, la Diosa Nuwa llevó a cabo los asuntos de la tierra para hacerla próspera. Descendiendo de su reino celestial, Nuwa vino a la tierra oriental. Al ver que el Cielo y la Tierra fueron hechas maravillosamente, quedó satisfecha.
Pero vio que faltaba algo, así que lo empezó a crear. El primer día, Nuwa creó a los pollos, el segundo día, los perros, al tercer día, las cabras, en el cuarto día, los cerdos, en el quinto día, los bueyes, y en el sexto día, creó los caballos.
En el séptimo día, con tierra amarilla y agua, Nuwa hizo figuras de barro a su propia imagen. Ella hizo muchas y las convirtió en seres vivos que hoy llamamos seres humanos. Uno tras otro, Nuwa hizo figuras de barro, pero vio que el proceso era demasiado lento. Así que sumergió una larga enredadera en el barro y comenzó a bailar con ella. Las gotas de barro en el suelo se transformaron al instante en seres humanos.
Para que los seres humanos se multiplicaran y perpetuaran, ella inventó el matrimonio, en el que hombres y mujeres se unen para procrear y cuidar de sus descendientes. Así la vida humana prosperó en la Tierra, con el apoyo de todas las creaciones.
Pero la buena vida no duró mucho tiempo. Un día, el cielo de pronto se derrumbó y la tierra se abrió. Truenos rugieron desde las entrañas del cielo y los relámpagos incendiaron el bosque. Una lluvia torrencial apagó el fuego, empapando bosques y campos. El lecho del río celestial salió de su cauce derramando su agua hacia la tierra, inundando muchas praderas. Bestias peligrosas salieron de la oscuridad del bosque para dañar a la gente. Un gran desastre les sobrevino a los seres humanos.
Nuwa estaba tan dolida por el sufrimiento de los seres humanos que decidió rectificar el cielo. Ella selecciono un gran número de piedras en cinco colores y recolectó tallos para mezclarlas con las piedras. Luego le prendió fuego a los tallos, cuyas llamas ardieron por nueve días y nueve noches. Usando la piedra fundida, Nuwa reparó el dañado Cielo en siete días y siete noches.
Según la famosa novela de Cao Xueqin, The Story of the Stone (la historia de la piedra) (también conocida como Un sueño de mansiones rojas), Nuwa utilizó 36,500 piedras para reparar el Cielo.
Nuwa controló entonces a los peligrosos dragones negros y las serpientes y restauró finalmente la tierra azotada por las inundaciones.
El Cielo y la Tierra fueron buenos de nuevo, y la vida de los seres humanos volvió a la paz y a la armonía.
Al ver su trabajo finalmente realizado, Nuwa se alistó para partir. Montada en su carrosa de trueno tirada por un dragón volador, ella subió hasta el noveno cielo.