No sientas injustas las cosas, todo está bien arreglado

En la antigüedad, había un rey al que le gustaba vestirse de plebeyo e ir de caza con su Primer Ministro. El lema del Primer Ministro era:

– «Todo es el mejor arreglo».

Un día, el rey fue a cazar a un bosque y le disparó a un leopardo.

Mientras desmontaba su caballo y se acercaba al leopardo moribundo, el leopardo usó su última energía para abalanzarse sobre él, mordiendo parte del dedo meñique del rey.

El rey estaba tan triste que le pidió al Primer Ministro que bebiera con él. Sin embargo, el Primer Ministro sonrió y le dijo:

– «No esté triste su Majestad. Creo que este es el mejor arreglo para usted».

El rey estaba furioso y dijo:

– «¿Sería el mejor arreglo para ti si te sentenciara a la cárcel?»

El Ministro Principal respondió:

– «Si lo hace, creo que sería el mejor arreglo para mí».

El rey estaba tan furioso que encarceló al Primer Ministro.

El rey se enfureció al oír a su Primer Ministro decir que perder un dedo por el leopardo era el mejor arreglo. (Imagen: via pixabay / CC0 1.0)

 

Un mes después, el rey se recuperó de la lesión. Salió solo y viajó a un bosque remoto. De repente, un grupo de aborígenes se apresuró a bajar de la colina y secuestró al rey, llevándolo de regreso a su tribu.

Resultó que la tribu estaba buscando una ofrenda de sacrificio para la Diosa de la Luna Llena. Mientras se preparaban para sacrificarlo, el rey se sentía desesperado y seguro de que su vida terminaría.

Pero el sacerdote de repente hizo un descubrimiento aterrador: ¡El dedo meñique del rey estaba incompleto! Esta no podría ser la ofrenda hecha a la Diosa, ya que seguramente la enfurecería y traería peligro a la tribu.

Como resultado, la tribu liberó al rey. El rey se alegró mucho.

Al regresar a casa, liberó al Primer Ministro, celebrando un banquete en su honor y brindando por el Primer Ministro diciendo:

– «¡Tenías razón! Todo es el mejor arreglo. Si no me hubiera mordido el leopardo, no estaría vivo hoy».

El rey se detuvo entonces mientras pensaba en una pregunta. Le preguntó al Primer Ministro:

– «Pero estuviste encarcelado durante un mes sin motivo alguno. ¿Cómo explicas que este fue el mejor arreglo?»

El Primer Ministro bebió lentamente durante un tiempo de su taza y finalmente respondió:

– «Si no estuviera encarcelado, habría ido de caza con usted y también me habrían secuestrado. Cuando los aborígenes descubrieron que usted no podía ser su ofrenda a la Diosa, me habrían sacrificado».

El Primer Ministro habría ido de caza si no hubiera sido encarcelado y se hubiera convertido en el sacrificio de los aborígenes. (Imagen: via pixabay / CC0 1.0)

 

El rey se rió y dijo:

– «¡Exactamente! Todo es el mejor arreglo».

Esta es la historia del dicho:

«Todo es el mejor arreglo».

Esta historia ha influido en el pensamiento de muchas personas que han descubierto que cuando aplican esta sabia filosofía a sus vidas, resultan cosas positivas.

Traducido por Sharon L y editado por Tatiana D

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