Una vez el antiguo emperador romano Marco Aurelio declaró
«He aquí una regla para recordar en el futuro cuando algo te tiente a sentirte amargado, no pienses: ‘Esto es una desgracia’, sino ‘Soportar esto dignamente, es buena fortuna'».
Marco Aurelio fue defensor de la templanza y del desarrollo de la capacidad de tomar a la ligera los intereses y sentimientos propios. Se volvió hacia la contemplación, tratando siempre de tamizar las frivolidades de la vida y sus muchas vicisitudes.
Marco Aurelio vivía según los principios del estoicismo, que, por encima de todo, afirma que no se puede controlar a los demás, pero sí se puede controlar la reacción que se tiene ante ellos.
Esencialmente, su enfoque no debería ser mirar hacia afuera para entender su vida, sino mirar hacia adentro para obtener una visión de sí mismo y finalmente usar las muchas dificultades que inevitablemente suceden para llegar a mayores comprensiones sobre la naturaleza de la humanidad, sus limitaciones y su potencial.
Podemos echar un vistazo a los pensamientos privados de Marco Aurelio en sus diarios, que estaban destinados sólo a su consumo. Sus diarios fueron compilados más tarde, después de su muerte, en el libro Meditaciones.
«La única cosa que no carece de valor: vivir esta vida con veracidad y justicia. Ten paciencia con los que no lo hacen». ~ Marco Aurelio
Usualmente, tarde en la noche cuando la mayoría de los demás estaban profundamente dormidos, Marco escribía sus pensamientos. El peso masivo de dirigir un imperio con todas sus intrigas, luchas de poder, hambrunas y otros innumerables deberes de estado a los que atender, Marco tenía pocas personas en quienes podía confiar.
Sus pesadas pero tranquilas palabras en Meditaciones, revelan un alma que necesitaba una salida y una vía para encontrar soluciones. Las páginas de «Meditaciones» están llenas de elucidaciones sobre el hombre y todas son una búsqueda interna de principio y razón a través de la mirada interior.
«Hoy, escapé de la ansiedad. O no, la descarté, porque estaba dentro de mí, en mis propias percepciones, no fuera». ~ Marco Aurelio
Marco Aurelio examinaba constantemente sus propios pensamientos, la devoción a la disciplina y por lo tanto la acción justa, lo que le sirvió para bien a lo largo de su vida.
En el año 173 d.C., en las profundidades de la Europa del Este, Marco Aurelio hizo campaña contra la tribu germánica Quadi, que a menudo atacaba las partes más débiles del norte del Imperio Romano.
Un gran número de histéricos guerreros de la tribu rodearon los muros de empalizada del ejército de Marco construidos para protegerse de las emboscadas durante la marcha. Los Quadi habían rodeado el fuerte y al parecer estaban a punto de reclamar la victoria.
Cuenta la leyenda que los soldados romanos se preparaban para los últimos momentos de su vida cuando la puerta del fuerte estaba a punto de ser atravesada. Marco Aurelio mantuvo la compostura y se arrodilló tranquilamente para rezar. Un repentino rayo destrozó el suelo frente a los guerreros Quadi. Los Quadi, aterrorizados, huyeron inmediatamente de la batalla.
Los soldados romanos estaban aturdidos y agradecidos por la intervención aparentemente divina. Marco Aurelio se convirtió en una leyenda a partir de entonces y muchos creyeron que fue su vida devota la que se ganó el respeto y la admiración de los dioses, que a su vez lo salvaron a él y a su ejército.
Con las dificultades casi diarias a las que te enfrentas mientras viajas en tu vida, Marco Aurelio y sus Meditaciones pueden darte sabiduría para ayudarte a comprenderte mejor a ti mismo y a enfrentarte a la adversidad y usarla para tu desarrollo.
Hay ansiedad, enojo y depresión que pueden venir a través de eventos traumáticos y pueden ser bastante severos, pero mirar hacia adentro y examinar sus respuestas a ellos, aunque puede ser desconcertante, como muchas prácticas espirituales han declarado, es la clave para elevar la conciencia y posiblemente ganar la admiración de la Creación.
«Si estás angustiado por algo externo, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu estimación de ella y tienes el poder de revocar esto en cualquier momento». ~ Marco Aurelio
