Por: Kanzhongguo staff
Investigadores estudian al perro y las palabras que asocia de acuerdo con el tamaño y la forma de un objeto.
Cuando un niño pequeño aprende se centra en la forma del objeto, lo que significa que una vez que sabe que es una “pelota” es capaz de darse cuenta rápidamente de que la palabra puede ser usada en actividades que la relacionan como el voleibol de playa, baloncesto, golf, etc. Sin embargo, ellos no lo llaman pelota si se les pone frente a un oso y una pelota de tenis por ejemplo, del mismo material e igual tamaño.
Este sesgo y otros estudios forman parte de las investigaciones de la Universidad de Londres. El investigador Emir y sus colegas manifiestan que hay suficiente evidencia para demostrar que los perros son capaces de entender palabras. Tal fue el caso de un perro que murió en el 2004, un border collie llamado Rico quién podía entender más de 200 palabras sencillas, de acuerdo a un artículo publicado por la revista «Science» de ese año.
Sin embargo, no hay evidencia que diga que los perros entienden las palabras similar a los humanos. Con el fin de conocer más en la materia, Emir y sus colegas realizaron diversas pruebas a un border collie de 5 años de edad, de nombre Gable. Diseñaron una amplia variedad de objetos con formas y materiales distintos, posteriormente adiestraron a Gable para que por medio de una palabra (por ejemplo, «Dax») pudiera asociar a ciertos objetos.
Los investigadores encontraron que cuando Gable recuperaba un objeto en particular lo hacía en función del tamaño, haciendo caso omiso de la textura y la forma.
En el segundo experimento, los investigadores pidieron a Gable recuperar objetos con forma similar y tamaño similar pero resultó más relevante cuando los tamaños eran distintos ya que Gable seleccionó aquellos de diferente tamaño, no obstante también descubrieron que al dar a Gable un juguete por unos meses (después de la prueba), este empezó a asociar la palabra sobre la base de la textura más que al tamaño.
Al concluir sus estudios los investigadores escribieron: «los perros entienden las palabras diferente a los humanos”.
