Por Evelyn So
¿Las experiencias tempranas de los padres afectan a la personalidad de sus hijos?
Un estudio recientemente publicado por la revista “Developmental Psicobiology” (Desarrollo Psicobiológico), señala esto.
El estudio se realizó en cuarenta ratas hembras las cuales fueron divididas en cuatro grupos diferentes después del destete. Un grupo de descendientes se irguio normalmente como grupo de control, otro grupo fue expuesto a factores de estrés, el tercer grupo fue enriquecido con vitaminas y el cuarto grupo experimento ambos, tanto el estrés como la adición de vitaminas.
Para examinar el efecto del enriquecimiento «terapéutico» de estas crías se clasificaron en dos grupos: un grupo fue criado normalmente y el otro grupo fue enriquecido con vitaminas.
Estas crías fueron medidas con relación a los niveles de; interacción social, ansiedad, capacidad de aprender y capacidad para lidiar con el miedo.
Se encontró que las ratas madre que fueron sometidas a estrés tuvieron crías con bajos niveles de interacción social, pero con mayor capacidad para aprender a evitar la angustia. Algunas, pero no todas de las crías de las ratas madre que fueron estresadas y también enriquecidas mostraron efectos negativos.
Las crías descendientes de las madres fortificadas fueron capaces de compensar los efectos negativos heredados de sus madres.
«Nuestro estudio muestra que los efectos heredados de la adversidad se pueden modificar con una intervención oportuna, por lo que esto puede tener importantes implicaciones terapéuticas y educativas», dijo la doctora Micah Leshem de la Universidad de Haifa en Israel, en un comunicado de prensa.
El estudio utilizó a las ratas porque estas se asemejan a los seres humanos y porque tienen también un rápido desarrollo y reproducción. Lo que ayuda a estudios cruzados trans-generacionales.
«Esta similitud entre las ratas y los seres humanos plantea la cuestión de si un efecto similar puede suceder entre los seres humanos también, por ejemplo; la exposición a la guerra o la exposición a los desastres naturales pueden generar efectos hereditarios», explica la Dra. Leshem.
«Es importante investigar si las experiencias de estrés a una edad temprana afectan a la generación siguiente y si las experiencias terapéuticas pueden minimizar los efectos trans-generacionales también en los seres humanos».
