Los animales pueden discernir entre la gente buena y mala

Esta es una historia que sucedió durante la dinastía Song.

Nueve hombres iban de regreso a su ciudad natal después de completar su servicio civil. Todos ellos eran del mismo pueblo.

Estaban en un remoto paso montañoso cuando, de repente, comenzó a llover abundantemente. Corrieron a refugiarse en una cueva profunda y fangosa. Como continuó lloviendo siguieron esperaron.

Después de algún tiempo, un tigre apareció súbitamente en la entrada de la cueva, se puso en cuclillas y miró ferozmente a los hombres. Esto los hizo temblar de miedo.

Tartamudearon y rápidamente se dieron cuenta «¡Estamos en la guarida de un tigre!» Cuando el tigre rugió, los hombres se adentraron más en la cueva.

Entre los nueve hombres de este grupo, había una persona ingenua que siempre fue objeto de ridículo por el resto.

Los otros ocho hombres se dieron cuenta de que el tigre se mostraba reacio a irse, por lo que discutieron sigilosamente entre ellos «Este tigre está actuando como si estuviera muy hambriento.

Si no encuentra una víctima, nunca se irá”. Trabajaron juntos en un plan para engañar a la persona tonta. Le dijeron “Salga primero y nosotros estaremos justo detrás tuyo.

Juntos sostendremos al tigre y lo mataremos para que todos podamos escapar».

El hombre tonto dijo «Les ruego a todos, tengo una madre anciana en casa, por favor, no me dejen salir primero. Si el tigre me come, mi madre morirá de hambre y no habrá nadie que la cuide en sus últimos días».

They stammered and quickly realized: “We are in a tiger's den!” The men moved deeper into the cave as the tiger roared. (Image: pixabay / CC0 1.0)
Tartamudearon y rápidamente se dieron cuenta «¡Estamos en la guarida de un tigre!» Cuando el tigre rugió, los hombres se adentraron más en la cueva. (Imagen: pixabay / CC0 1.0)

Los ocho hombres lo ignoraron. Se hicieron señas y empujaron al hombre afuera de la cueva. El tigre se levantó de un salto, abrió la boca y lo agarró.

Luego se movió 3 metros de distancia antes de dejarlo en el suelo. El tigre luego se sentó en el agua fangosa con los ojos entrecerrados mirando a los ocho hombres en la cueva.

Los ocho hombres se aterraron. La lluvia seguía cayendo con fuerza y ​​el suelo suelto sobre la cueva estaba cediendo.

Estos hombres no se molestaron por eso, solo esperaban que el tigre se diera prisa y se comiera al hombre necio, para poder irse a casa.

Después de unos 15 minutos, la cueva ya no podía soportar el agua de la lluvia y se derrumbó, aplastando a los ocho hombres y sepultándolos.

Cuando el tigre vio colapsar la parte superior de la cueva, se puso de pie, rugió, miró a la persona insensata y se volvió hacia las montañas.

El hombre se inclinó rápidamente en dirección al tigre hasta que éste desapareció de la vista.

Este hombre tonto se salvó debido a que era una persona honesta y filial.

Se levantó, caminó hacia el montón de lodo caído, dio un suspiro y se alejó.

Traducido por Chua BC

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