Li Youfu, Maestro de Habilidades Sobrenaturales (Parte 2) 

Por Tatiana Denning

Cuando Li Youfu, que es bondadoso y compasivo, ve a otros sufrir, está dispuesto a ayudarles. Sin embargo, no utiliza sus habilidades, sino la acupuntura ordinaria.

Las auténticas artes marciales son un estado trascendental

Li Youfu se hizo acupunturista gracias a las técnicas que aprendió del maestro de artes marciales Chen Jisheng.

El maestro Chen era muy hábil en artes marciales. Se dice que, cuando era joven, participó en la competición nacional, y los maestros de artes marciales que lucharon contra Chen ni siquiera pudieron tocar su cuerpo. Daban puñetazos al azar, sin ninguna organización ni estrategia, y al final quedaban completamente exhaustos y caían al suelo. Chen siempre ganaba sin tener que esforzarse demasiado luchando.

Su discípulo Li Youfu dijo muchos años después que las artes marciales se dividen por niveles. El nivel más bajo de las artes marciales se centra en el ataque, el siguiente en la defensa y el más alto no es ni ataque ni defensa, sino un estado intuitivo y trascendente. Chen era uno de esos maestros trascendentales.

El mentor de Chen Jisheng fue Chen Shengfu, un extraordinario maestro de artes marciales. Destacaba en las 18 formas de artes marciales y fue el primer profesor de artes marciales de China. Chen Shenfu fue el primer maestro de artes marciales de Li Youfu.

En aquel momento, Li Youfu aún no había comprendido del todo las técnicas. Pero a medida que su maestro le enseñaba a guiar su energía interna, fue capaz de desarrollar gradualmente su poder interior. (Imagen: vía Minghui)

El maestro elige al discípulo, no el discípulo al maestro

El profesor Chen Shengfu era muy estricto a la hora de seleccionar a sus discípulos. Cuando Li Youfu tenía sólo 18 años, empezó a aprender del profesor, aunque nunca esperó que su maestro sólo le enseñaría un conjunto de técnicas de artes marciales durante los siguientes 10 años. Sin embargo, a Li Youfu no le importó. A pesar de los fríos inviernos y los calurosos veranos, todas las mañanas recorría un largo camino hasta la casa de su maestro para practicar artes marciales, y le tenía un gran respeto.

Resultó que su profesor evaluó su carácter durante esos 10 años. Tras superar la evaluación, su maestro le enseñó todo lo que sabía. No sólo le enseñó diversas técnicas y armas de artes marciales, sino también a practicar técnicas taoístas. Su maestro incluso le enseñó una habilidad única que poseía llamada Látigo de Shanxi. En 1982, a los 33 años, Li Youfu se convirtió en campeón nacional de artes marciales de China utilizando esta fantástica habilidad.

Más tarde, el profesor Chen Shengfu recomendó a Li Youfu a Chen Jisheng. De Chen Jisheng, Li Youfu aprendió aún más sobre los aspectos profundos de las artes marciales internas.

Lo lento es rápido: El reino superior de las artes marciales

Chen Jisheng enseñaba un método de artes marciales llamado «Tai Chi 108 pasos». Mientras que la práctica habitual del Tai Chi suele durar menos de una hora, el método de los 108 pasos requiere tres horas y es muy lento. Además, cuando se practica, hay que mantener en equilibrio una pelota sobre la cabeza; no importa cómo se mueva uno, la pelota no debe caer al suelo.

Se dice que la velocidad es la clave de la victoria en las artes marciales. Entonces, ¿por qué los grandes maestros enseñan que más despacio es mejor? Chen explicó que la práctica lenta es la práctica rápida. Cuando uno se ralentiza y alcanza un estado de quietud, a los ojos de los demás, se mueve increíblemente rápido, que es también la razón por la que sus oponentes no pueden tocarle durante una competición. Como siempre iba un paso por delante de ellos, sus puños no podían caer sobre él.

En aquella época, Li Youfu no entendía muy bien este concepto. No fue hasta muchos años después cuando se dio cuenta de que, cuando estaba en estado de quietud, se encontraba en un espacio diferente, y los conceptos de tiempo y velocidad diferían. Parece lento, pero es mucho más rápido en velocidad en otras dimensiones.

Pero quizá la habilidad más increíble que aprendió de Chen fue la técnica de los acupuntos. (Imagen: Valery Kraynov vía Dreamstime)

Pero quizá la habilidad más increíble que aprendió de Chen fue la técnica de la acupuntura. Al principio, su maestro quería enseñarle a golpear los acupuntos, que podían matar instantáneamente a una persona con un solo toque. Para los artistas marciales, se trataba de un secreto oculto y una técnica vital. Sin embargo, Li Youfu, que tenía un corazón bondadoso, se negó a aprenderla. Dijo que sólo quería aprender a salvar la vida de la gente, no a matarla. Así que su maestro le enseñó la técnica de liberación de acupuntos.

En aquel momento, Li Youfu aún no había comprendido del todo las técnicas. Pero a medida que su maestro le enseñaba a guiar su energía interna, fue capaz de desarrollar gradualmente su poder interior. Li Youfu dijo:

«Cuando te golpeaban los puntos de acupuntura, puede que al principio no sintieras nada importante, pero luego surgían problemas poco a poco. A veces se te agarrotaban los músculos, a veces sentías que tenías una enfermedad grave y a veces podías morir en pocos meses»

Li Youfu dio un ejemplo de un maestro de qigong que utilizó esta habilidad de punto de golpe por razones inapropiadas. Al final murió de una grave enfermedad. Li Youfu creía que se trataba de una retribución «porque esta técnica no puede usarse así».

Cuando a uno se le conceden habilidades tan poderosas, si no mantiene una mente y unas acciones rectas y, en cambio, intenta dañar a otro, adquirir fama o ganar para sí mismo, seguramente sufrirá las consecuencias.

Lee la Parte 1 aquí.

Deja un comentario