El hombre más rico de Asia, Li Ka-Shing, habló en muchas ocasiones sobre su forma de hacer negocios. A menudo comparte su opinión sobre cómo juzgar a los amigos y confiar en las personas.
Li nació en Chaozhou, Guangdong, China en 1928, pero en 1940, Li y su familia huyeron a Hong Kong durante la guerra civil de China. Una vez allí, comenzó su primer negocio a la edad de 22 años. Hoy, la compañía de Li, Cheung Kong Holdings, es la empresa más grande de Hong Kong.
El enfoque de Li siempre ha estado en la comunidad empresarial. Una vez dijo: «Al pedir dinero prestado, puedes juzgar la calidad de una persona». También dijo:
«¿Qué es lo más difícil? ¡Prestar dinero! Los que te prestan dinero son tu salvador. Aquellos que te prestan dinero sin firmar ningún documento de préstamo son tú salvador más veraz. Hoy en día, no hay muchas personas tan nobles, y si alguna vez encuentras una, debes apreciarla».
¿Qué significa esto? Las personas que te prestan dinero cuando estás en tiempos difíciles lo hacen no porque tengan dinero para gastar, sino porque sinceramente quieren ayudarte. Lo que te prestan no es el dinero, sino la confianza, la creencia, la motivación y el reconocimiento de tu capacidad como inversión futura.

Li espera que los amigos se adhieran a la ética de la integridad. La pérdida de confianza resulta en la mayor bancarrota de la vida, mientras que un amigo fiel proporciona una vida de retribuciones. Por ejemplo, una persona que toma la iniciativa de pagar la factura, no es porque sea estúpida o porque tenga demasiado dinero, sino porque valoran más la amistad que el dinero.
Cuando hacen negocios juntos, si tu compañero está dispuesto(a) a permitirte obtener la mayoría de los beneficios, no es porque sea estúpido(a), sino porque sabe cómo compartirlo. Si toma la iniciativa de hacer más trabajo, no es porque sea tonto, sino porque sabe cómo ser responsable. Si ellos son los primeros en disculparse después de una pelea, no es porque estén equivocados, sino porque saben cómo valorar a los demás. Si están dispuestos a ayudarte, no es porque te lo deben, sino porque te tratan como a un amigo. Depende de los demás si te ayudan o no, y no están obligados a hacerlo.

¿Cuántas personas ignoran esta simple verdad y cuántas la dan por sentada? Algunas personas actúan como si fueran inteligentes e incluso muestran un comportamiento pícaro para lograr sus objetivos, pero estas personas estarán abandonadas tarde o temprano. Una persona sincera entra en tu corazón, pero una persona hipócrita sale de tu vista. Es destino de las personas encontrarse, pero para que las personas se lleven bien entre sí, requiere sinceridad y credibilidad.
Traducido por Chua BC y editado por Derek Padula