Por Josefina Padilla
Conocer las propiedades de las plantas medicinales es beneficioso para la salud y el bienestar
Desde hace algunos años existe una tendencia muy buena y muy sana, que es volver a lo natural; dentro de esta “vuelta a lo natural” se incluye el conocimiento de las plantas medicinales, pues de éstas se generan casi todos los productos farmacéuticos .
La idea de este artículo no es reemplazar al médico, sino proveer un conocimiento básico de las características de algunas plantas medicinales y a partir de ahí, ver cómo se pueden aplicar estos conocimientos de manera simple.
Veamos el jengibre:
El jengibre está entre las plantas medicinales más beneficiosas de este mundo nuestro. Junto con la cúrcuma y el cardamomo es una especia muy común en la cocina y medicina tradicional asiática (China, India, Japón) debido a sus propiedades medicinales.
Tiene múltiples usos, por ej. aliviar las náuseas, cólicos, ardor de estómago, gases, problemas digestivos, dolor de cabeza, también para estimular la producción de leche materna.
Por qué el jengibre es tan bueno para la salud
- Para el dolor de cabeza:
Si sufres dolores de cabeza como migraña o jaqueca es bueno saber que el jengibre es un remedio natural para la cefalea. Es especialmente efectivo para estos dolores, asociados a cambios hormonales, como en el caso de la menopausia y del síndrome premenstrual.
- Reduce la inflamación:
Uno de los usos más conocidos del jengibre es en este campo. El consumo habitual de éste es muy beneficioso para reducir la inflamación en cualquier parte de nuestro organismo: desde el colon, encías y articulaciones y hasta tiene éxito con la artritis reumatoidea, osteoartritis, etc. debido a los componentes con acción antiinflamatoria.
Resulta muy beneficioso en la diabetes y obesidad, por ser casos de patologías asociadas a inflamación.

- Alivia náuseas:
Tomar un vaso de agua con jengibre rallado, o bien masticar un trozo pequeño de jengibre es un remedio casero muy sencillo que puede servir para aliviar náuseas, cualquiera sea su causa (mareo en coche, embarazo, oncológico, etc).
Por otro lado, aunque no duela nada es muy agradable la sensación de tomar un té de jengibre: cortar en rodajas o en pedacitos el jengibre en un recipiente con agua, hacer hervir unos minutos y beber más o menos caliente.
- Ayuda cuando hay problemas digestivos:
El jengibre contiene fenoles que ayudan a aliviar los problemas del tracto digestivo como la irritación, estimulan la producción de saliva y bilis que mejoran el proceso digestivo, que a su vez favorecerá la buena absorción de nutrientes.
Si tienes ardores de estómago, el jengibre puede ser beneficioso. Como si esto fuera poco, se usa para combatir la bacteria Helicobacter pylori (causante de algunos tipos de úlcera de estómago).
Este jengibre también posee acción carminativa, que ayuda a eliminar gases acumulados, la distensión abdominal y otras molestias.
Incluir jengibre en tus platos o infusiones, sin duda redundará en beneficios para la salud en general, desde gripes, catarros, etc. hasta en la prevención de dolencias cardiovasculares.
Infusión de jengibre para resfriado y gripe:
Mejora la tos, garganta irritada, congestión nasal, bronquitis y problemas respiratorios.
Prepara una infusión de jengibre rallando o cortando en láminas un pequeño trozo de jengibre, coloca en una taza y añade agua hirviendo, tapa y deja reposar 5 minutos. Puedes endulzar con stevia o canela.
El jengibre reduce los dolores:
Usado de forma interna o externa, puede ayudar a reducir el dolor muscular, premenstrual y articular, ya que mejora la movilidad en dichos casos. Los responsables principales de la acción analgésica del jengibre son los gingeroles. Estos componentes además poseen gran acción antioxidante.
Fuente: El Ecoagricultor/boletín, UBA