Las características de la pintura china y la naturaleza humana

Todos los grandes artistas tradicionales viven de acuerdo con altos estándares morales. Esto crea una conexión entre las características del arte de la pintura, la buena escritura y las personas que producen tal arte. Solo cuando el artista representa un alto nivel de moralidad, sus pinturas o escritos esperan alcanzar un alto valor artístico. Las obras artísticas reflejan las personalidades de sus creadores.

El renombrado pintor Hung Bin Hong (1865-1955) categorizó a la pintura como un escenario de: mercados y calles, montañas y lagos, y aquellas obras pintadas por Shi Da Fu.

Statue of Huang Binhong (黄宾虹), located at the West Lake in Hangzhou. (Image: wikimedia / CC0 1.0)
Estatua de Huang Bin Hong (黄宾虹), ubicado en el Lago del Oeste en Hangzhou. (Imagen: wikimedia / CC0 1.0)

De acuerdo con su entendimiento, un pintor que aspire a dominar los requisitos de esta forma de arte supremo debe conocer un alto nivel de las enseñanzas de Confucio. Debe poseer un amplio conocimiento y haber dominado las técnicas de pintura en un alto grado. Además, debe tener una habilidad general para llevar a una nación hacia la paz y la prosperidad. Tal individuo debe haberse cultivado bien personalmente y haber adquirido un criterio fino en lo individual y lo moral.

Desde el interior al exterior:

Li Ku-Chan (1898-1983) es un pintor igualmente reconocido que aprendió pintura china tradicional de Qi Bai Shi. A este respecto Li a menudo dijo:

«El hombre primero debe tener características nobles, entonces poseerá la nobleza necesaria para pintar bien. Un ser humano que exhibe características negativas es incapaz de pintar una sola pincelada justa».

Li Ku-Chan tuvo que soportar 10 días de encarcelamiento durante la Revolución Cultural (1966-1976). Sus propios estudiantes lo atormentaron y casi lo golpearon hasta la muerte por negarse a pintar de acuerdo con la tendencia política prevaleciente en ese momento. Para liberarse de este dilema, algunos le suplicaron que pintara escenas agrícolas, como una gran cosecha. Respondió a esta sugerencia con una sonrisa irónica y dijo: «Sí, pintaré esas escenas y las pondré a la venta con el título: «Vendiendo el alma de uno a bajo costo o gran cosecha de cuerpos«.

Artist Beohar Rammanohar Sinha visiting Li Ku-Chan’s studio in Beijing in 1957. (Image: wikimedia / CC0 1.0)
El artista Beohar Rammanohar Sinha visitando el estudio de Li Ku-Chan en Beijing en 1957. (Imagen: wikimedia / CC0 1.0)

Los funcionarios del régimen obligaron al pintor a realizar sesiones públicas de autocrítica donde los gobernantes intentaron hacerle denunciar a su maestro Qi Bai Shi. Li Kun-Chan se negó, fue secuestrado y re-asignado a trabajar en los campos. Pero incluso allí continuó practicando qigong. El siguiente adagio de esa época se le atribuye a él:

«Aquellos que destruyen la patria y atormentan a la población pueden estar seguros de la venganza de los Cielos. Persistiré hasta ese día».

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