La Unión Europea indicó al Partido Comunista Chino (PCCh) que libere a la ciudadana periodista Zhang Zhan, quien recientemente fue condenada a cuatro años de prisión por exponer el brote del coronavirus en Wuhan.
Zhang es la primera periodista conocida en China en ser castigada por el régimen comunista por cubrir la pandemia.
Se la acusó del delito de «buscar peleas y provocar problemas», que el régimen comunista suele utilizar contra los disidentes.
Peter Stano, portavoz de política exterior de la UE comunicó:
“Las restricciones a la libertad de expresión, al acceso a la información, intimidación y vigilancia a periodistas, así como detenciones, juicios y condenas a defensores de derechos humanos, abogados e intelectuales en China, están creciendo y siguen siendo una fuente de gran preocupación.
Según fuentes fidedignas, durante su detención la Sra. Zhang fue sometida a tortura y malos tratos y su estado de salud se ha deteriorado gravemente.
Es crucial que reciba asistencia médica adecuada”.

Presos por defender Derechos Humanos
Además del caso de Zhang, la UE expresó su preocupación por el abogado de derechos humanos Yu Wensheng, quien también fue condenado recientemente a cuatro años de prisión.
A sus abogados no se les permitió presentar su declaración de defensa, un derecho garantizado por la Ley de Procedimiento Penal del país.
La UE también pidió la liberación de los siguientes defensores de los derechos humanos que están en prisión por denunciar los crímenes del PCCh:
- Li Yuhan,
- Huang Qi,
- Ge Jueping,
- Qin Yongmin,
- Gao Zhisheng,
- Ilham Tohti,
- Tashi Wangchuk,
- Wu Gan y
- Liu Feiyue.
A principios de febrero, Zhang captó la atención nacional cuando reveló lo que estaba sucediendo en Wuhan, el origen del virus del PCCh.
La periodista fue muy crítica con las laxas medidas del gobierno comunista que no lograron limitar el brote.
En mayo, Zhang desapareció. Un mes después, las autoridades chinas confirmaron que había sido arrestada.
Su acusación mencionaba que estaban «distribuyendo información falsa a través de texto, video y otros medios».
Antes de comparecer en el tribunal el 28 de diciembre, Zhang había estado en huelga de hambre durante varios meses.
Se veía muy delgada y débil; su abogado admitió que no podía reconocerla.
Luego se ser anunciada la condena a prisión por cuatro años de Zhang, su madre entró en estado de desesperación.
Piden la libertad de Zhang
Barbel Kofler, el comisionado de derechos humanos en Alemania, pidió a Beijing que respetara los derechos humanos de sus ciudadanos y dijo que el deterioro de la salud de Zhang era «profundamente preocupante».
Derechos Humanos de las Naciones Unidas tuiteó que a lo largo de 2020, habían planteado el caso de Zhang a las autoridades chinas.
La organización pidió la liberación de Zhang y señaló su arresto como un ejemplo de represión excesiva a la libertad de expresión relacionada con Covid-19.
Por su parte, el Instituto Internacional de Prensa (IPI), con sede en Viena, también criticó el castigo de Zhang.
En un comunicado Barbara Trionfi, Directora Ejecutiva del IPI dijo:
«La condena de Zhang Zhan por compartir información de interés público sobre la pandemia, es inaceptable y constituye una grave violación no sólo de sus derechos sino también del derecho de las personas a recibir información de diferentes fuentes, sobre un tema que está afectando enormemente a sus vidas…
A medida que el mundo se esfuerza por evaluar los orígenes, los patrones de difusión y las consecuencias del virus Covid-19, China está eludiendo sus responsabilidades y obligaciones al castigar a los periodistas que han contribuido a difundir información valiosa».
Así también el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, exigió a Beijing que liberara a Zhang «de forma inmediata e incondicional».
Acusó al PCCh de utilizar todos los medios necesarios para silenciar a las personas que cuestionan al partido.
Al censurar a Zhang, Beijing convirtió un brote controlable en una pandemia global mortal.
Pompeo afirmó que la mentira es una característica medular de los regímenes autoritarios y que es una amenaza para el mundo entero el temor de Beijing a la transparencia y la represión a las libertades fundamentales.