Por: Neil Campbell
El pasado 18 de diciembre, el Departamento de Justicia de EE. UU. reveló una denuncia y una orden de arresto contra Xinjiang Jin, un empleado de Zoom con sede en EE. UU., que trabajaba en las oficinas de la compañía en China continental.
Jin, que se conoce con el nombre de Julien, fue acusado de conspiración por cometer acoso interestatal y conspiración ilegal al utilizar medios que se emplean comunmente para identificación personal.
La investigación, que fue realizada por la Oficina de Campo en Washington del FBI, reconoce plenamente las operaciones de Zoom dentro de la China Comunista:
«[Zoom] tiene operaciones importantes en la República Popular China , donde emplea a cientos de trabajadores que se centran principalmente en la investigación y el desarrollo».
La censura sin sentido del discurso del Partido Comunista Chino (PCCh), especialmente la disidencia, es fundamental para los cargos contra Jin:
«El PCCh considera cualquier disidencia política como una amenaza no solo para sus propios intereses políticos, sino también para el propio sistema de gobierno de partido único de la República Popular China».
Para llevar a cabo este esquema de censura, el gobierno Chino requiere que los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas que operan en este país comunista, como [Zoom], monitoreen de manera proactiva las actividades de los usuarios en sus redes.
Así también China exige que las empresas que operan allí respondan inmediatamente cuando una agencia de seguridad nacional o de aplicación de la ley de la República Popular China así lo exija.
Uno de los motivos de estos controles ilegales, es poner fin a cualquier discusión sobre temas «politicamente delicados», que no sean convenientes para el manejo del partido comunista.
«Justificaciones pretextuales»
La Demanda revela cómo el PCCh utiliza la amenaza continua de su «Gran Cortafuegos de China» para bloquear la conectividad a Internet a empresas que no le dan al Partido lo que este quiere.
Jin era un «líder técnico de seguridad» en la sucursal de Zhejiang de Zoom, donde su función era «servir como enlace principal con las autoridades de la República Popular China, incluidos los servicios de inteligencia y aplicación de la ley».
Jin apuntó a personas que residen en los Estados Unidos, varias de las cuales tenían suscripciones activas con Zoom y cuyas llamadas estaban alojadas en servidores estadounidenses.
De hecho, la plataforma de Zoom se utilizó como herramienta para que Jin llevara a cabo sus tareas a pedido del PCCh.
La denuncia alega que Jin «y sus co-conspiradores fabricaron pruebas de violaciones de las condiciones de servicio para proporcionar justificaciones pretextuales para poner fin a las reuniones, así como los relatos de ciertos participantes».
El FBI está en posesión de mensajes de Jin a otros empleados de Zoom sobre sus esfuerzos por recoger información de los medios de comunicación social sobre los clientes de Zoom, que estaban planeando eventos que conmemoraban la masacre del 4 de junio de 1983 en la Plaza de Tiananmen.
Censuras y cuentas falsas en Zoom
Jin trabajó principalmente con un «empleado de alto rango» de [Zoom] en los Estados Unidos para efectuar la terminación de reuniones, la suspensión y cancelación de cuentas de usuarios.
Este empleado estadounidense de alto rango se conoce como «Empleado-1».
Jin encabezó la creación de cuentas falsas de Zoom con imágenes de perfil relacionadas con el terrorismo y la pornografía.
Con estas cuentas Jin entraba a las reuniones que quería eliminar.
Luego, con sus conspiradores tomaba una captura de pantalla de sus propias acciones y afirmaba que las reuniones estaban violando los Términos de servicio de Zoom, y de esta manera hacian que las reuniones dejaran de existir.
La Demanda también documenta un evento en mayo en el que un disidente que “participó en la política de Hong Kong como activista a favor de la democracia”, tuvo su cuenta cancelada antes de las reuniones programadas, las cuales Jin y el Empleado-1 llamaron “políticas”.
Los usuarios que organizaban reuniones con temas religiosos también estaban sujetos al exclusivo criterio de Jin.
En uno de esos casos, el Empleado-1 canceló la cuenta de un usuario y le proporcionó a Jin su dirección IP e información de metadatos. La IP del usuario se remonta a la provincia china de Yunnan.
A pesar de los esfuerzos de Jin y sus presuntos co-conspiradores, el PCCh no quedó satisfecho.
Luego, el Partido usó su capacidad para censurar y controlar completamente el internet en china para bloquear las conexiones chinas a Zoom en septiembre de 2019.
En este caso, Zoom se vió obligado a reunirse con funcionarios del PCCh y le dijeron que solo podían reanudar las operaciones si cumplían con las regulaciones del Partido.
Cortes de servicio en China
Zoom confirmó en una publicación de blog del 18 de diciembre, haber sido boqueado por el PCCh, en respuesta a la revelación de la denuncia del Departamento de Justicia de EE.UU.:
“En septiembre de 2019, el gobierno chino cortó nuestro servicio en China sin previo aviso.
El cierre causó una interrupción significativa para muchos de nuestros clientes multinacionales, que no podían comunicarse eficazmente con sus empleados y socios en China.
Nos instaron a tomar medidas inmediatas para reanudar el servicio».
La Demanda menciona específicamente un plan de «rectificación» que se había discutido entre los empleados de Jin y Zoom entre octubre de 2019 y junio de 2020.
El plan requería que Zoom «monitoreara proactivamente» su plataforma identificando contenidos que no eran del agrado del PCCh, y Jin se convirtió en el «enlace principal»entre Zoom y el Partido.
Esto fue confirmado por la publicación del blog de Zoom:
«En octubre de 2019, Zoom nombró al ahora ex empleado para que sirviera como contacto del gobierno en China.
El trabajo de este ex empleado incluía responder a las solicitudes del gobierno chino de cancelaciones de cuentas, terminaciones de reuniones y datos de usuarios».
Se requería que Zoom, según el plan, «migrara el almacenamiento de datos» de más de un millón de «usuarios chinos» con sede en Estados Unidos a servidores controlados por el Partido.
Además, se ordenó a Zoom que proporcionara a los agentes del PCCh un «acceso especial» a los sistemas de Zoom.
Jin afirmó en mensajes a los empleados que el director ejecutivo de Zoom había acordado con el Ministerio de Seguridad Pública (MPS) utilizar una combinación de Zoom y WeChat para comunicarse con los funcionarios del PCCh al intercambiar información clasificada.
Según los mensajes de Jin en la Demanda, Zoom fue desbloqueado por el Partido en noviembre de 2019.
Cuando la pandemia del virus del PCCh tuvo efecto global a principios de 2020, gran parte de la población mundial se vio obligada a trabajar desde casa, y los gobiernos de todo el mundo utilizaron la pandemia como excusa para implementar un bloqueo cada vez más estricto.
El uso de Zoom y el precio de sus acciones se dispararon.
La Demanda alega que el PCCh aprovechó esta oportunidad para «imponer controles adicionales» en la plataforma de Zoom y exigió una «política de saneamiento inmediata de cualquier conducta ilegal».
El Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) le dijo a Jin que no querían que Zoom terminara las reuniones celebradas por los objetivos de inmediato.
Primero, querían aprovechar la oportunidad para observar y recopilar información sobre los participantes y el contenido de sus discusiones.
En términos inequívocos, el PCCh estaba espiando a los clientes de Zoom y Zoom le dio al Partido las herramientas y los medios para hacerlo.
Nunca es suficiente…
Pero cuando se trata de estar confabulado con la dinastía roja de China, nunca es suficiente.
En abril de 2020, Jin fue convocado por funcionarios del PCCh.
Más tarde, le dijo al Empleado-1 que el Régimen Comunista les había dado instrucciones para desarrollar la capacidad de «responder a una demanda de la República Popular China» para terminar una reunión, cuenta o grabación en un minuto.
Jin llamó a esto el «requisito de procesamiento de un minuto». El Empleado-1 conectó a Jin con otro empleado de EE. UU. que podría brindarle acceso a una máquina remota, ubicada en suelo estadounidense, que estaba conectada a las operaciones de Zoom en EE. UU.
Esto fue para permitirle a Jin cumplir con las demandas del Ministerio de seguridad pública y del Ministerio de seguridad del Estado. Según la Demanda, el Empleado-1 ordenó a este empleado que cumpliera con Jin.
Jin se jactó de la infiltración del PCCh en los Estados Unidos en mensajes electrónicos con el personal de Zoom, diciendo que el PCCh se infiltró en suelo Estadounidense.
Incluso Zoom se retiró por completo de la República Popular China, aún así esta plataforma virtual tendría que lidiar con las solicitudes del gobierno chino para evitar futuros ataques.
Hubo un hilo continuo que impulsaba a Jin y a los agentes del PCCh detrás de él: una estratagema para convencer a los empleados estadounidenses de que aceptaran sus demandas cada vez mayores bajo su amenaza de bloquear los servicios de Zoom con el Gran Cortafuegos.
En junio, Jin recibió, previa solicitud, una hoja de cálculo que contenía aproximadamente 23.000 ID de usuarios y de cuentas de Zoom directamente de un empleado de esta plataforma.
La Demanda no toma nota de ninguna resistencia a esta presión por parte de Zoom o Empleado-1. Parece que prefirieron asumir el riesgo de sus acciones sobre la perspectiva de perder la oportunidad de negocio inherente al mercado chino.
Según la publicación del blog de Zoom, la compañía afirma que ha despedido a Xinjiang Jin y ha puesto a todos los demás empleados involucrados en licencia administrativa hasta que se complete la investigación.
Xinjiang Jin no se encuentra actualmente bajo custodia de Estados Unidos y ahora está en la Lista de los más buscados del FBI.
Si es capturado y declarado culpable de ambos cargos, enfrenta un máximo de 10 años de prisión.