Por: Jack Andressen

Hoy en día en la China tratar de ser una mejor persona es a menudo un delito punible cuyo precio es la tortura y la muerte, así lo demuestra la persecución de 14 años a practicantes de Falun Gong por parte del Partido Comunista chino.
El 20 de julio de 1999, cuando la persecución de Falun Gong fue instigada por Jiang Zemin, el líder de China en ese momento, los practicantes de Falun Gong han enfrentado constantemente la posibilidad de ser arrestados, golpeados, torturados, enviados a campos de trabajo forzado y la extracción de sus órganos para ser vendidos en el mercado negro, una forma lucrativa e ilegal en la industria del trasplante de órganos que ha dejado miles de millones de dólares (usa) a este sector en china.
Pero en vez de convertirse en víctimas, los practicantes de Falun Gong han llevado una resistencia inflexible contra un régimen político corrupto que cree que mediante la destrucción de la dignidad humana y el bien, se puede mantener el poder y control total sobre sus ciudadanos.
Aunque el Partido Comunista Chino (PCCh) ha hecho todo lo posible para destruir a Falun Gong estos últimos 14 años, esto ha sido en vano. La firme convicción de los practicantes de Falun Gong siguiendo sus principios y enseñanzas les han dado la fuerza para hacer frente a esta persecución implacable con dignidad y honor.
Los practicantes honran a sus compañeros que han sufrido tortura y muerte al interior de China cada 20 de julio, para que la gente de todo el mundo conozca de estas atrocidades que todavía persisten hasta el día de hoy hacia Falun Gong por parte del PCCh.
A continuación se presentan imagenes de las actividades de los practicantes en algunas partes del mundo.








