El Partido Comunista Chino (PCCh) tiene una historia violenta en lo que respecta a su actitud hacia los creyentes religiosos.
Cuando se trata del cristianismo, Beijing lo ve como una «amenaza extranjera» para el país tanto que incluso ha prohibido las celebraciones navideñas en algunas regiones de China.
La represión
Antes de Navidad, el brazo disciplinario del PCCh emitió un aviso a sus funcionarios pidiéndoles que se abstuvieran de celebrar la Navidad.
Se argumentó que el festival es un «opio espiritual» y en contra de los valores de la cultura china.
También se pidió a los funcionarios de algunas provincias que no participaran en reuniones o comidas públicas en la víspera de Navidad, advirtiendo que tales acciones podrían resultar en un castigo estricto por parte del PCCh.
«Con la aproximación de la Navidad, los líderes y funcionarios de todos los rangos deben promover la cultura tradicional china y asumir la tarea de construir un hogar espiritual para el pueblo chino…
Deben estudiar seriamente la doctrina de la autoconfianza cultural presentada en el XIX Congreso del Partido, y abstenerse de celebrar festivales extranjeros a ciegas o de participar en religiones occidentales…
No deben asistir a ninguna celebración de origen occidental, y realizar un buen trabajo de seguridad en la víspera de Navidad y el día de Navidad»,
indica el aviso (Radio Free Asia).
En la ciudad de Langfang, la administración de la ciudad prohibió las celebraciones navideñas y pidió a los ciudadanos que informen sobre cualquier persona que se encuentre «difundiendo la religión» en los espacios públicos.
La administración castigaría a la gente que vendía figuras de Santa Claus, medias, coronas y árboles de Navidad. Se pidió a las tiendas que no realizaran actividades promocionales, como actuaciones de Navidad o canciones.
La represión de las celebraciones navideñas en China no es algo nuevo
Apenas el año pasado, la Liga Juvenil del PCCh en una universidad prominente les pidió a sus miembros que firmaran un código de conducta que les hizo comprometerse a no participar en las celebraciones de Navidad.
Las promociones públicas del festival también han sido atacadas. Muchos sienten que el PCCh está profundamente asustado por la creciente popularidad del cristianismo.
«El cristianismo es la religión más grande en el continente ya que la cantidad de creyentes ha aumentado en más del 60 por ciento, de unos 23 millones a 38 millones de personas en la última década, según datos oficiales…
Beijing ha considerado que es una ideología que puede amenazar la seguridad nacional y, por lo tanto, incluso los símbolos del cristianismo, como las decoraciones para celebrar la Navidad y Año Nuevo conllevan elementos religiosos, que están prohibidos»,
dijo a Breitbart Ying Fuk-tsang, Director de la Escuela de Divinidad de Chung Chi College en la Universidad China.
Aferrándose a la fe
A pesar de la persecución por parte de los matones del PCCh, los cristianos en China continúan celebrando la Navidad en sus hogares y espacios privados.
Sin embargo, están desconcertados por el hecho de que no pueden celebrar celebraciones públicas y compartir el mensaje de Jesucristo con sus compatriotas.
El PCCh no reconoce la Navidad como un día festivo en el continente.
«Las autoridades de Langfang podrían querer mostrar cuánto están dispuestos a complacer al gobierno central al prohibir las decoraciones y las ventas de Navidad.
Sin embargo, también muestra su ignorancia sobre lo que la Navidad realmente significa para los cristianos, que no se trata de compras o celebraciones, pero es el momento de manifestar su fe»,
dijo Patrick Poon, investigador de Amnistía Internacional en China, al South China Morning Post.
La administración estadounidense ha criticado durante mucho tiempo la brutal persecución de cristianos y celebraciones navideñas del régimen chino.
De hecho, el vicepresidente de los EE. UU., Mike Pence, incluso comentó en octubre de 2018 que los cristianos chinos estaban enfrentando «tiempos desesperados«
