La mente de un niño puede ser comparada con un libro abierto. Como padres, queremos ver los sueños de nuestros hijos cumplidos.
Desde el nacimiento hasta los cinco años de edad, la calidad de las experiencias de un niño determinará el desarrollo del cerebro a largo plazo.
Para lograr esto, la crianza consciente es una actividad que vale la pena investigar. Es algo que cualquier padre cariñoso puede hacer, para ayudar a guiar a un niño en la realización de su pleno potencial.
Por lo tanto, deberíamos abrazar la filosofía del «eterno estudiante» y ser conscientes de que una mentalidad estática, que cree que los rasgos, los talentos y las habilidades son innatos impedirá el crecimiento.
Al darnos cuenta de que nuestros atributos no están grabados en piedra, abrimos el deseo de aprender. De esta manera, la inteligencia puede ser desarrollada.
Psicólogos eminentes como Carol S. Dweck dicen que los niños desarrollan una mentalidad negativa y de víctima con bastante facilidad cuando están emocionalmente abrumados.
Estos son los tiempos de los extremos y también se aplica a la (parenting) crianza de los hijos.
Cuando un niño afirma que no puede superar un obstáculo, algunos padres se enfadan o puede ser que no se molestan con ello o también puede ser que los miman hasta el punto de que la barrera se reduce.
¿Qué sucede finalmente?
La creencia del niño de que necesita que sus tutores lo protejan durante un conflicto o lo ayuden a superar cualquier cosa que parezca difícil, se verá reforzada y no se defenderá, ni intentará hacer lo que sea posible para él.

La paternidad consciente
Estás siendo consciente cuando estás relajado y completamente presente. Al pasar un poco de tiempo con tu hijo, le haces saber que te importa. Los psicólogos y los médicos recomiendan que los niños practiquen la meditación.
Se observó que los niños que meditan tienen más posibilidades de desarrollar una mentalidad positiva. Aprenden a cultivar el autocontrol y tienden a estar más atentos en el aula.
La meditación ayuda a los niños a desarrollar empatía y respeto por los demás. También puede ayudarles a manejar condiciones como el estrés y la depresión. Es especialmente útil durante estos tiempos de la crisis de COVID-19.
Reciprocidad
Con respecto a la atención Dweck dice que:
«Es manejar el estrés para que puedas aportar lo mejor de ti mismo a la relación con tu hijo. Es honrar la individualidad de tus hijos y su derecho a desarrollar sus propias personalidades.
Por último, es enseñarles la bondad, la compasión y la empatía por sí mismos sabiendo que lo que se dan a sí mismos, se lo darán a los demás».
(The Conservative Mom)
La comunicación con tu hijo es crucial para el desarrollo de la mentalidad «yo puedo». Enséñale a tu hijo a aprender lecciones positivas de las experiencias negativas.
Explícale cómo sus errores lo ayudan a crecer y aprender.
Cuando tu hijo diga que algo es demasiado difícil de hacer, puedes animarlo diciendo algo como: «Puedes hacerlo», para que al menos lo intente.

De esta manera, se darán cuenta de lo que son capaces de hacer.
La paternidad consciente también significa que tienes que comprometerte con tus hijos a menudo, para que puedas ayudarlos a dar sentido a sus experiencias, tanto buenas como malas.
Las afirmaciones a la mentalidad de crecimiento, también son excelentes para ayudar a un niño a convertirse en lo que quiera ser.