Por: Sophia Zhao, Kanzhongguo staff
El hongo espiritual es muy famoso en china. Se dice que el hongo Lingzhi en su estado natural (también conocido como el hongo reishi) puede beneficiar a la espiritualidad más que cualquier otra hierba o sustancia conocida. Esta es la leyenda del hongo espiritual. Vamos entonces a conocer esta leyenda:
Hace mucho tiempo en una pequeña aldea china, vivía un estudiante dedicado con una gran ambición quién tenía que acreditar sus exámenes teóricos para convertirse en un oficial del gobierno. A este estudiante le llamaban el “Codicioso” porque era muy ambicioso.
Pese a sus esfuerzos había reprobado sus exámenes una docena de veces. «Codicioso» decidió cambiar su ambición y convertirse en un monje taoísta. Pensó que gozar de una longevidad como monje era más importante que ser un funcionario del gobierno. Así que dejó el mundo terrenal detrás de él y se fue a vivir a un templo en la montaña. Allí, se convirtió en un monje taoísta dedicado, ayunando con regularidad y alimentándose de sólo verduras.
Después de haber sido un monje taoísta al menos por un año, un día, «Codicioso» se miró al espejo. Para su asombro, vio que había perdido mucho peso y se veía como un palo. Estaba tan asustado por su salud al verse así, que decidió abandonar el templo de inmediato y volver a la vida mundana.
No mucho tiempo después de regresar a la ciudad, «Codicioso» hizo una buena fortuna a través de una empresa de construcción de su propiedad, sin embargo, su dinero no le ayudó a recuperar su buen estado de salud. Un día, mientras construían una gran casa, los trabajadores del señor Codicioso al excavar encontraron un extraño hongo en el suelo. Con su carne gruesa y suave cuerpo, casi parecía una enorme mano humana. Todos estaban asustados y en especial el Sr. Codicioso. «¿Podría ser esto un mal presagio para mí? ¿El derrumbe de la construcción después de terminada?”, se preguntó. Preocupado decidió acudir a una adivina.
«Este objeto indica un verdadero desastre para usted, señor«, le dijo la adivina.
«¿Cómo puedo prevenir este desastre?«, Preguntó «Codicioso». «Haré cualquier cosa».
Después de una larga pausa, la adivina le dijo: «Bueno, usted puede darle un giro a este mal augurio en buena suerte si tiene el coraje de comer el extraño hongo».
«Codicioso» se sorprendió inicialmente por la sugerencia, pero más tarde la aceptó y comió el hongo grande y carnoso esa noche durante la cena. No fue tan malo su sabor como el esperaba, de hecho le gustó un poco su sabor.
Unos días más tarde, «Codicioso» comenzó a sentir cambios dramáticos que tuvieron lugar en su cuerpo: Su tez mejoró considerablemente, recuperó su peso, el pelo gris se tornó a su color original y parecía mucho más joven comparado con su edad. ! Él realmente se sintió muy bien !
Por esas fechas, un monje taoísta pasaba por la obra de construcción donde «Codicioso» trabajaba. Le miró, se detuvo y le preguntó: «Señor, se ve diferente a otras personas. ¿Puedo tomarle su pulso?«
Después de tomarle el pulso, el monje taoísta le preguntó: «Usted comió posiblemente de algo que se parece a una mano humana? ¿no es así?». Fue entonces que Codicioso le contó toda la historia al monje. El monje le dijo: “Señor, el extraño hongo es llamado “alimento espiritual”, puesto que usted ha comido de él, usted ya no pertenece a este mundo terrenal. Debe venir conmigo al templo, en la montaña, donde podrá ser un monje taoísta y disfrutar de la inmortalidad en la Tierra».
«Codicioso» siguió su consejo y volvió al templo, donde permaneció ahí para siempre…