Por Yen Tzulu, China Gaze
Li Chifu dijo:
«Los dioses aman la justicia, es decir, si una persona puede vivir en la justicia, entonces él será bendecido por los dioses. Sin embargo, los demonios temen más al justo.
Los demonios no pueden ser más capaces que un hombre que tiene la virtud. Pero si una familia o una sociedad pierden la virtud, los demonios van a prosperar«.
¡He aquí una leyenda china!
En la dinastía Ming, un erudito, cuyo nombre fue Chingching, fue a presentar un examen para convertirse en un funcionario gubernamental de alto rango. Al viajar al Condado Chunhua, se presentó con una familia del lugar.
La hija de la casa siempre había sido poseída por un fantasma. Cada noche, el fantasma venía a molestar a esta chica.
Sin embargo, cuando Chingching se quedó en la casa, por extraño que parezca, el fantasma no llegó esa noche, así que la chica tuvo una noche tranquila, serena y feliz.
Al día siguiente, después de que Chingching partió, el fantasma volvió por la noche. La niña le preguntó al fantasma:
– «¿Por qué no viniste ayer por la noche?»
Sin pensarlo, el fantasma le dijo con sinceridad:
– «¡No vine para evitar encontrarme con el erudito Chingching!»
Después de que el fantasma se fue en la madrugada, la hija le contó a su padre acerca de esto. El padre corrió inmediatamente en busca de Chingching, y le pidió que volviera a su casa y le contó el motivo.
Ante esto, Chingching escribió cuatro caracteres con letra grande: «¡Chingching está aquí!» Su padre tomó esto y lo puso en la puerta. Desde entonces, el fantasma nunca se atrevió a venir otra vez.
Chingching era justo y amaba la justicia. Hoy en día, todavía se le aprecia y es admirado por la gente.

Fuente: http://www.secretchina.com/news/11/06/07/407317.html